El primer caso definitivo de tumor óseo de la historia fue encontrado en una de las costillas de un neandertal que vivió hace 120 mil años en la Cueva de Kaprina, Croacia.
Encontrar este tipo de tumores en los fósiles de la evolución humana y en los registros arqueológicos es sumamente raro, sobre todo cuando los más antiguos que se habían encontrado tienen una antigüedad de entre mil y cuatro mil años.
El hallazgo, que se incluye dentro del trabajo titulado “La displasia fibrosa en un Neandertal de más de 120 mil años de edad en Kaprina, Croacia”, fue anunciado por un equipo de especialistas dirigido por la paleoantropóloga Janet Monge y publicado por la revista Plos One.
“Este estudio nos muestra que los neandertales, que vivían en un ambiente sin contaminación, eran susceptibles a los mismos tipos de cáncer que los humanos de hoy”, señala.
Resalta de este descubrimiento que los tumores óseos primarios resultan extraños entre la población moderna, por lo que haberlo encontrado representa un descubrimiento único que servirá para conocer mejor la relación de los neandertales con el ser humano.
El fragmento de costilla encontrado muestra las lesiones típicas del tumor, sin embargo, no indican las causas del deceso. El sexo del espécimen tampoco está del todo claro, aunque por otra costilla similar encontrada en el mismo sitio parece que se trataba de un varón.
Los paleoantropólogos siguen debatiendo la relación exacta entre el Homo Sapiens y los neandertales, los cuales habitaron la Tierra hasta hace 30 mil años.
“Los vínculos entre ambos (humanos y neandertales) están reforzados por la evidencia genética y arqueológica, ya que, por ejemplo, compartimos las mismas enfermedades”, dijo Monge.
Por su parte, expertos como el genetista Carles Lalueza-Fox indican que el hallazgo no es “totalmente inesperado, ya que algunos de estos tumores tienen una incidencia relativamente elevada”, dado que actualmente se cuentan con unos 100 restos de neandertales, publicó el sitio Materia.
El equipo científico concluye que “identificar esta costilla neandertal de más de 120 mil años con un tumor es sorprendente y nos permite analizar la naturaleza y la historia de las displasias en humanos”.
El tumor óseo más antiguo de la historia revela que los Neandertales también padecían cáncer