Mientras los corporativos de Emilio Azcárraga Jean, Ricardo Salinas Pliego y Carlos Slim escenificaron escaramuzas en los últimos meses por el control del espectro de la telefonía móvil, de manera callada la trasnacional AT&T, la segunda en importancia a nivel mundial, adquirió el 100% de Grupo Iusacell y Nextel y se posicionó en México. Ante esa avasallante estrategia, según algunos especialistas, Azcárraga y Slim buscan la reconciliación; otros sostienen que es simple pragmatismo comercial.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El verdadero beneficiario de la reforma de telecomunicaciones en México en los últimos seis meses no fue el consorcio Televisa, de Emilio Azcárraga Jean, ni América Móvil, de Carlos Slim, mucho menos los usuarios mexicanos, sino la poderosa AT&T, la segunda trasnacional más poderosa a nivel mundial, debajo de China Mobile.
En ese lapso, la firma estadunidense adquirió el 100% de las dos empresas telefónicas mexicanas Grupo Iusacell y Nextel México por un monto de 4 mil 375 millones de dólares y se perfila como el segundo operador de telefonía móvil en el país, con el mayor porcentaje de espectro disponible: 3 mil 107 Mhz, que equivalen a 45.42% del total, cifra que supera a América Móvil, el agente económico preponderante que tiene 70% del mercado de telefonía móvil en México con 72 millones de clientes.
Apenas el 30 de abril, el pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) autorizó a AT&T la adquisición de Nextel México por un total de 1 mil 875 millones de dólares. El regulador mexicano le impuso una serie de condiciones que clasificó como “confidenciales” por el uso de datos de mercado que podrían ser utilizados por la competencia.
Desde noviembre de 2014, AT&T anunció la operación para adquirir el 100% de Grupo Iusacell por un total de 2 mil 500 millones de dólares. La operación fue autorizada por el IFT en enero último.
La sociedad que existía entre Grupo Televisa y Grupo Salinas en Grupo Iusacell se deshizo y Ricardo Salinas Pliego decidió vender el total de la empresa que tenía 356.9 Mhz (15.58% del espectro), pero apenas logró rebasar los 8 millones de usuarios.
Con ambas operaciones, la AT&T se convirtió en el tercer operador mexicano con mayor número de usuarios (12.2 millones), por debajo de América Móvil, de Carlos Slim, y de la española Telefónica, pero será el segundo con mayor volumen de ingresos (tan sólo en 2014 AT&T reportó ingresos por 132 mil 437 millones de dólares), y el primero con tenencia de espectro radioeléctrico asignado hasta la fecha en México: tendrá 45.42% frente a 36.81% que detentan Telmex-América Móvil; y 17.75% de la española Telefónica.
El comunicado del IFT advirtió que “se identifican incentivos para que AT&T realice inversiones en el despliegue y modernización de las redes existentes que adquiere de Grupo Nextel, con lo cual se prevén mejoras en la oferta de los servicios de telecomunicaciones móviles en México”.
Además, agregó el organismo regulador, “se identificó que en el corto y mediano plazos los participantes actuales y potenciales, interesados en prestar servicios de telecomunicaciones móviles mayoristas y a usuarios finales podrán acceder a espectro radioeléctrico que se asignará como sigue: 90 Mhz en la banda de frecuencia de 700 Mhz (dividendo digital); 80 Mhz de la banda denominada AWS y su extensión, y 130 Mhz en la banda 2.5 Ghz”.
En otras palabras, el IFT anunció que AT&T podrá expandir su presencia en México en nuevas licitaciones que le permitirán potenciar el servicio de banda ancha y participar en el mercado del triple play, incluyendo la televisión restringida, servicio donde Grupo Televisa acapara más de 60% de los suscriptores y podría ser declarado con poder sustancial en los próximos días.
La llegada de las inversiones de AT&T se anticipó en plena reforma de telecomunicaciones cuando anunció en julio de 2014 que vendía el 8% de las acciones que tenía en América Móvil, para recibir la aprobación de los reguladores estadunidenses y tomar el control de la empresa DirecTV, líder en América Latina en sistemas de televisión de paga, por 48 mil 500 millones de dólares.
Thadeus Arroyo, CEO de AT&T en México, declaró a la agencia Reuters, el miércoles 6, que la compañía prevé alcanzar “en un par de años” el nivel de servicios para desplazar a Telefónica como segundo operador más importante y competir directamente con América Móvil.
“Lo que realmente queremos hacer en el largo plazo es desplegar tecnología avanzada de cuarta generación a más de 100 millones de mexicanos. Esto tomará algunos años”, afirmó Arroyo.
En México existe un déficit de 50 millones de conexiones más de telefonía móvil. Las cifras del IFT indican que existen 90 dispositivos móviles por cada 100 habitantes, pero menos de la mitad (40 a 42 millones) son usuarios de pospago. La mayoría son de prepago y no tienen servicios convergentes de banda ancha en internet.
“Nadie sabe para quién trabaja”
La operación de AT&T en México, advierte un estudio de la consultoría MediaTelecom, forma parte de una estrategia global y regional para consolidarse en América Latina como el principal proveedor de servicios de telecomunicaciones que incluyen telefonía móvil, internet de banda ancha y televisión restringida, en franca competencia con América Móvil y Telefónica.
“La estrategia de AT&T en México consiste en crear un mercado móvil de 400 millones de usuarios y ofrecer mejores y más rápidos servicios de internet móvil a través de ventas de smartphones, principalmente para el sector joven. Para ello adquirió los activos de Iusacell y Nextel que le proporcionan aproximadamente 45% del total del espectro disponible en México”, escribieron Jorge Fernando Negrete y Jorge Bravo, autores del estudio.
“En los últimos ocho años, el tráfico de datos móviles cursado por la red de AT&T en Estados Unidos se incrementó en 100 mil por ciento, sobre todo, por la descarga de video en línea. En Estados Unidos, AT&T ha sido un operador agresivo en la compra de empresas para adquirir espectro adicional que le permita ofrecer un mejor servicio y hacer más eficiente en costos y capacidad el uso de la red”, agregaron los especialistas de Mediatelecom.
En 2014 AT&T adquirió por mil 248 millones de dólares la empresa Leap Wireless para quedarse con un bloque nacional de espectro. En septiembre de 2014 compró 49 licencias en la banda AWS de Aloha Partners II, por 847 millones de dólares, con una cobertura de 50 millones de habitantes en 14 estados del país vecino.
Y en ese mismo año, AT&T se hizo de 251 licencias de espectro nacional de Estados Unidos por 18 mil 189 millones de dólares que le permitirá tener una cobertura de 96% del territorio de ese país.
Además, AT&T tiene previsto invertir 9 mil millones de dólares más para comprar espectro en la banda 600 Mhz de Estados Unidos que ocupan actualmente los radiodifusores.
“AT&T es un operador agresivo, acostumbrado a invertir en infraestructura y claramente convergente. A México llegará para invertir en espectro, operar el mercado móvil y por la televisión de paga. Pretende ser el operador más importante de toda la región a través de DirecTV”, abunda Jorge Fernando Negrete, consultado por Proceso.
–¿La presencia de una empresa como AT&T puede mejorar el déficit de 50 millones de conexiones móviles en México? –se le cuestionó.
–Sí. AT&T está acostumbrada a invertir mucho en infraestructura, genera cobertura y hace una competencia muy agresiva en precios. A diferencia de otras compañías, como Telefónica, que prefiere ir más por el cabildeo político y legislativo que por la inversión en infraestructura.
“Ahora tendremos en México a tres empresas de tamaño mundial compitiendo por un mercado: AT&T, Telefónica y América Móvil”.
–¿Y todas las presiones que hizo Grupo Televisa para frenar a América Móvil y permitir que ellos pudieran concentrar el mercado de la televisión restringida?
–Nadie sabe para quien trabaja, ¿verdad? Los operadores de Televisa buscaron declarar la preponderancia para castigar el tamaño de las compañías, sobre todo en el caso de América Móvil, y castigar el mercado de cobertura social. Buscaron colapsar la relación entre Grupo Dish y América Móvil y ahora, a pesar de su enorme poder político, tendrán que enfrentar a un competidor en telecomunicaciones muy agresivo.
Slim-Azcárraga, la “reconciliación”
El acelerado proceso de adquisiciones de AT&T se realiza en el marco de una creciente ola de opiniones y rumores sobre la “reconciliación” entre América Móvil, de Carlos Slim, y Grupo Televisa, de Emilio Azcárraga Jean, que rompieron lanzas en una guerra declarada en desplegados, demandas y ruptura de convenios publicitarios desde febrero de 2011 (Proceso, 1790).
Del lado de América Móvil y de Telmex no se ha confirmado tal acercamiento o la firma de nuevos convenios publicitarios. Del lado de Televisa, su vicepresidente ejecutivo, Alfonso de Angoitia, anunció que las empresas de Grupo Carso retornarían a anunciarse. El mismo De Angoitia admitió que el retiro publicitario de las empresas de Slim de la pantalla representó una pérdida de 900 millones de pesos en 2011.
El 1 de febrero de ese año, las empresas de Grupo Carso (incluyendo a Telmex y a Telcel) suspendieron la pauta publicitaria con Televisa, primero, y después con TV Azteca. Telcel era el tercer cliente que más invertía en publicidad en pantalla televisiva abierta y Telmex era el cliente número 14 en la lista de anunciantes del duopolio.
El 31 de marzo pasado y luego el 16 de abril algunos especialistas en publicidad observaron anuncios de Telcel en los partidos de futbol de México contra Paraguay y en otros segmentos del mercado.
Varios columnistas de negocios y analistas políticos han afirmado que existe una “reconciliación” entre los dos grandes gigantes, pero oficialmente ni América Móvil ni Telmex han comentado nada al respecto.
–¿Existe la reconciliación entre los dos monopolios? –se le pregunta a Jorge Fernando Negrete, director de Mediatelecom.
–No creo en el tema de las reconciliaciones, más bien es una medida de pragmatismo comercial de ambos, sobre todo, de Televisa, que tiene un formidable poder político, pero no el poder financiero de América Móvil. No le queda de otra más que buscar algún tipo de asociación o desarrollar una relación comercial con Slim.
Por otro lado, el economista Ramiro Tovar advierte que Grupo Televisa ya no tiene ninguna empresa de telefonía móvil, al deshacerse de 50% de las acciones que tenía en Grupo Iusacell, y sólo tiene inversión en telefonía fija, a través de su nueva compañía Izzi.
La “reconciliación” entre Televisa y Telmex, coinciden Tovar y Negrete, se difunde como una estrategia mediática en vísperas de que el IFT emita su dictamen final sobre el poder sustancial de mercado en televisión por cable, donde la empresa de Azcárraga Jean es un monopolio.
“Esta resolución de poder sustancial no tendrá ningún peso específico porque Televisa no tiene ninguna competencia en ese sector. No habrá quien se beneficie directamente en este instante”, abunda Negrete.
El único beneficiario, en unos dos a cinco años, podría ser AT&T. Y su presencia es lo que ha obligado al acercamiento entre los dos socios y rivales de la guerra por el triple play en México.
Fuente: Proceso