Por Luis Lauro Ramos Rodríguez @lauroramosr.
Hace unos días se dieron a conocer las listas plurinominales que cada partido registró para ocupar un escaño en la próxima legislatura del congreso local, lo que permitió destacar la enorme responsabilidad ecológica de los partidos al mostrarse unos expertos en el reciclaje, pero en el reciclaje político.
Y es que estás listas, en su mayoría están encabezadas por los dirigentes actuales de los partidos y que cuentan ya con bastante recorrido en la vida pública de nuestro país.
Comenzando por el PRI quién postuló en sus primeras posiciones a Sara Rocha y Frinné Azuara, presidenta y secretaria general del partido respectivamente y quienes ya fueron diputadas federales aunque desde luego, por la vía plurinominal, además de haber sido Sara alcaldesa del municipio de Catorce y Frinné titular de algunas dependencias de relevancia media de la mano de Enrique Peña Nieto.
Movimiento Ciudadano hizo lo propio con su dirigente estatal Marco Gama Basarte quién ha sido ya diputado local en 1997, diputado federal en otras dos ocasiones y senador de la república entre el 2018 y la fecha de su licencia, buscará su curul por este medio como segunda opción, pues originalmente se había registrado como titular de la fórmula al Senado junto con Josefina Salazar pero cambió de parecer seguramente por las escasas probabilidades triunfo y optó por ceder su lugar al sacrificado Arturo Carral.
El Partido Verde dispuso su tercer hueso, digo puesto, para Hector Serrano quien después de haber estado en distintas secretarias de la Ciudad de México en los periodos de Ebrard y Mancera fue diputado federal igualmente vía pluri, en el 2021 llegó a San Luis para hacerla de operador político y asesor de la gallardía, le toca ahora recoger su segundo premio después de haber estado al frente del PT local. A este fenómeno de reciclaje político se suman el PES con Julio César González Ramirez quién en las elecciones del 2018 intentó hacer exactamente lo mismo cuando también era presidente del partido.
Pero sin lugar a dudas el epítome del cinismo y de la ambición enfermiza que muchas veces rodea al poder la representa el abogado Oscar Vera Fabregat, dirigente y fundador del partido local Conciencia Popular quien buscará por quinta vez formar parte del Congreso del Estado, ya lo hizo en los periodos 2003-2006, 2009-2012, 2015-2018 y el de 2018-2021 siendo alternado en las legislaturas del 2006-2009 y 2012-2015 por su hijo Alejandro Vera quien igual obtuvo el puesto por la representación proporcional, en el 2021 parecía que se terminaba la hegemonía de los Vera cuando obligaron al partido a designar a una mujer por la normativa de paridad de género quedándose Ma. Elena Ramirez con la curul, parecía que era el momento para que en este partido pudiera haber espacio a nuevos perfiles competentes… claramente no. Como diría el personaje Dewey de la serie Malcom el de en Medio “No espero nada de ustedes y aun así logran decepcionarme”.
Los partidos Morena y Acción Nacional dispusieron sus pluris a gente relativamente nueva, pero que de igual manera vienen de ocupar cargos importantes en las dirigencias de sus partidos tratándose de Carlos Arreola Mallol, presidente de Morena quien no supera los 40 años y Lidia Argüello, secretaria General Adjunta de Acción Nacional quien únicamente ha ocupado puestos administrativos o en su defecto, partidistas.
El hecho de que los dirigentes, mandamases o líderes de los partidos sean los dueños de estas posiciones no es necesariamente malo, puede ser considerado como una recompensa por su trabajo, además de que no se verían limitados a representar a un distrito único como tendrían que hacerlo si fueran candidatos por mayoría relativa, sino que al ser pluris podrían portar responsabilidades con todo el estado. Pero cuando estos personajes llevan décadas en el servicio público, han estado saltando de un puesto a otro y en ocasiones ya hasta han ocupado el mismo al que hoy aspiran, entonces ya no es meritorio sino sospechoso, huele más a cartucho quemado que a otra cosa.
EMPANIZADOS
Aunque a nivel nacional las tendencias políticas parecieran inclinarse hacia el progresismo, las causas sociales y demás ideas típicamente asociadas a la izquierda, siendo hasta la misma Xóchitl Gálvez quién utiliza más los discursos sociales en su petición del voto, en San Luis Potosí pareciera ocurrir todo lo contrario y es que la constante entre candidatos que buscarán un puesto en estas elecciones es que tienen perfiles más bien derechistas, algunos incluso con pasado panista.
Por el Partido Verde la presencia de la derecha es más que evidente, su candidata a presidenta municipal Sonia Mendoza no solamente militó en Acción Nacional sino que fue su dirigente local en Matehuala, fue consejera nacional del partido y miembro del comité directivo estatal, diputada local en dos ocasiones y en una federal, así como senadora y hasta candidata a gobernadora, al parecer toda esta trayectoria no le bastó al partido para ganarse su lealtad pues desde el 2021 es la plataforma del Partido Verde la que le ha seguido dando de comer como diputada federal y ahora buscará que así sea desde la alcaldía.
En el caso de Movimiento Ciudadano no venden ni piñas ni naranjas, su dirigente actual, el anteriormente mencionado Marco Gama hace gala de lo mismo, fue diputado local, federal y llegó al Senado con el PAN al que renunció en 2023 para liderear a MC en el estado, Marco es tan afín al pensamiento de la derecha que en 2021 cuando aún pertenecía al grupo de Acción Nacional en el Senado, firmó un acuerdo con el partido español de ultraderecha VOX para frenar el avance comunismo, mismo partido que en alguna ocasión dijo que “La Monarquía Hispánica sacó a los pueblos precolombinos de la antropofagia, la esclavitud, los sacrificios humanos y la prehistoria tecnológica”. Caray. Caso similar el de Josefina Salazar quien hoy busca ser senadora, apenas dos años después de intentar ser presidenta de los blanquiazules, partido que anteriormente la hizo, para variar, diputada local y federal. Ya por último está el caso de Sebastián Pérez, candidato a la alcaldía capitalina y dirigente municipal de MC quien fuera secretario general del ayuntamiento en el trienio de Xavier Nava, quien para sorpresa de nadie, también había ganado por el mismísimo PAN. Aunque el caso de Xavier es un poco raro pues también estuvo en el PRD y hasta en Morena teniendo que morderse la lengua en más de una ocasión, en una de esas y con su suspensión para poder ocupar cargos le terminaron haciendo un favor a su de por sí dañada imagen pública.
Ahora bien, no estoy diciendo que la derecha o la izquierda sean una mejor que otra, cada quien tendrá sus pensamientos y traumas propios, el único sentido de mi comentario es que poco o nada se le puede creer a aquellos que cambian de partido como si fuera cosa sencilla, dejando de lado su lealtad y la legitimidad de sus discursos, no le quieran ver la cara a la gente.
Como dijo Marko Cortes en su última visita a nuestro estado “Los vamos a empanizar” con la pequeña salvedad de que no está siendo bajo su siglado.
Hasta el próximo lunes.