Valentina Miranda
La vida le pone a cada uno desafíos distintos para enfrentar día a día. Sin embargo, muchas veces parece que no todos tienen los mismas oportunidades para lograr sus objetivos debido a la adversidad y situación, por lo que deben esforzarse un poco más que el resto, pero son estas historias las que dan el mejor ejemplo de esfuerzo y superación, inspirando así a otros que pasen por lo mismo.
Maria Heloá es una niña de 4 años que vive en Macaé, Río Janeiro (Brasil) y nació sin su antebrazo izquierdo a causa de una malformación congénita. Cuando los demás niños le preguntaban porqué no lo tenía, ella simplemente contestaba que Dios la hizo así, pero su madre Samara Batista le prometió que iba a ayudarla a cumplir sus sueños como andar en bicicleta.
No se rindieron y la pequeña pudo aprender luego de recibir una prótesis 3D gracias al Instituto Nacional de Traumatología y Ortopedia (Into).
“La sonrisa de Heloá lo dice todo, su alegría, ¡un sueño hecho realidad! Ahora puede andar en bicicleta, cantar feliz cumpleaños, abrir la mano, jugar a la pelota”, dijo la madre a G1.
Para que la prótesis fuera un éxito, la Into tuvo que trabajar en ella en un período de personalizaciones y adaptaciones, el cual no resultó tan difícil como se creía al ver que Heloá se acostumbró a la demostración que no permitía el movimiento de los dedos.
“Este fue un factor decisivo para ampliar las funcionalidades y el desempeño laboral del paciente a través de las adaptaciones 3D”, dijo al medio Sandra Helena, terapeuta ocupacional del proceso.
Heloá no aguantó las ganas de probar su nuevo antebrazo haciendo cosas sencillas y hermosas que antes no podía, como aplaudir y andar en la bicicleta que su prima le regaló.
“En la escuela, los amigos también le preguntaron por qué no tenía una mano y ella respondió que era porque Dios la hizo así. Pero le dije que mamá iba a perseguir su sueño de andar en bicicleta. Fui tras él y lo conseguí”, comentó Samara a G1.
No fue fácil mantenerse en la búsqueda, ya que se encontró con otras instituciones que solo diseñan prótesis de piernas, pero cuando la madre descubrió Into no dudó en consultar si era posible que fabricaran una para su hija. Era la primera vez que hacían una para una niña tan pequeña, pero como se pudo ver todo salió bien, tal y como se esperaba.
Este es solo el comienzo para Heloá, ahora podrá hacer todas las cosas que siempre quiso.
Upsocl