Un residente de California, identificado como Miguel Lázaro Castillo, de 38 años, fue sentenciado a cuatro años de prisión tras declararse sin oposición en octubre por cargos graves relacionados con un incidente de violencia doméstica. La víctima fue su esposa, y el escalofriante episodio fue grabado por uno de sus hijos, un niño de 9 años.
La condena se produjo el pasado viernes, otorgando la pena máxima permitida por la ley por delitos que incluyen violencia doméstica, encarcelamiento injustificado y abuso infantil. Los hechos que llevaron a esta sentencia tuvieron lugar el 9 de octubre, cuando la Oficina del Sheriff del condado de Yuba (al norte de Sacramento, la capital estatal) recibió una llamada al 911 de uno de los hijos de Miguel.
Al llegar a la residencia familiar, los agentes encontraron a la esposa tendida en el suelo, con Miguel sentado sobre ella. Los hijos, de 9, 14 y 15 años, estaban presentes en el hogar durante el incidente. La grabación, que duró más de 6 minutos, mostró al agresor golpeando brutalmente a su esposa en la cara y la cabeza, mientras una de las hijas intentaba protegerla.
En un giro escalofriante, Miguel abofeteó a la hija que intervenía y continuó la agresión, incluso presionando el rostro de la esposa contra la alfombra durante un período prolongado. A pesar de negar inicialmente las acusaciones y afirmar desconocimiento sobre la sangre presente, se reveló que la familia estaba bajo la influencia del alcohol.
Como resultado, los tres niños fueron colocados bajo custodia protectora, mientras que Miguel fue arrestado. A pesar de no contar con antecedentes penales previos, la gravedad de sus acciones y su completo desprecio por la seguridad de sus hijos llevaron a la imposición de la pena máxima, según declaraciones de la oficina del fiscal del distrito.
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