Nissan Motor evalúa una amplia reestructuración que incluiría el cierre de dos fábricas en Japón y el fin de operaciones productivas en México, India, Argentina y Sudáfrica, según adelantaron medios japoneses como Yomiuri y Kyodo, citando fuentes cercanas al fabricante.
En territorio japonés, los complejos de Oppama e Hiratsuka—gestionados por la subsidiaria Nissan Shatai—representan alrededor de 30 % de la producción nacional y encabezan la lista de posibles cierres, tras años de ventas a la baja y creciente presión de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos.
A nivel mundial, el plan contempla clausurar dos plantas en México y cesar la producción en India, Argentina y Sudáfrica como parte de un ajuste que busca recortar costos y “redimensionar” la compañía, explicó el director ejecutivo Iván Espinosa en declaraciones recientes. Espinosa asumió el cargo en abril, tras el fallido intento de fusión con Honda.

Nissan desmintió oficialmente que exista una decisión final e insistió en que los reportes son “especulativos”. Sin embargo, los sindicatos y gobiernos locales ya encendieron alarmas ante el eventual impacto laboral y la pérdida de inversión.