La pérdida de Proteo, uno de los perros que falleció durante las labores de rescate en Turquía, fue un golpe que le dolió a todos los expertos que llegaron a atender la emergencia y no solo a su entrenador Carlos Villeda, así lo aseguró Édgar Martínez, uno de los uniformados de la Cruz Roja que comprende uno de los 16 binomios caninos de la agrupación.
“Lo sentimos como nuestro”, dijo.
En entrevista con Paulina Greenham y Alejandro Cacho para la señal de televisión de El Heraldo Media Group, dijo que la camaradería que se vive entre los profesionales encargados de sacar a las personas de los escombros y la relación que tienen con los cuadrúpedos con los que ellos mismos conviven los hacen sentir empatía con sus compañeros cuando estos animales entrenados dejan de respirar.
Proteo fue uno de los canes que viajó durante más de 16 horas y se enfrentó a un clima inhóspito para ayudar a la gente que estaba debajo de los edificios que colapsaron el pasado 6 de febrero tras un sismo que azotó esta región y la de Siria.
La vida del lomito llegó a su fin debido a las cajas temperaturas y al largo viaje que sostuvo durante horas. Fue el 12 de febrero cuando la Sedena dio a conocer el fallecimiento del animal, quien fue homenajeado por el pueblo turco por la labor que rindió. Durante sus años activos, Proteo logró localizar 14 cadáveres y además salvó la vida de un niño de 14 años de edad.
Están criados para salvar vida
Marco Franco es el encargado de cuidar a Orly, mientras que Édgar Martínez forma parte del un equipo con Balam. Ambas parejas son parte de binomios caninos. Los dos rescatistas de la Cruz Roja aseguraron que la relación que se tiene con estos animales es muy intensa debido a que pasan de dos a tres años capacitando a los canes.
En este tiempo, los perros aprenden en entornos controlados en los que se les enseña cómo encontrar a una persona en una estructura colapsada. Para esto, informó Édgar, una persona suele esconderse con el juguete favorito del can, el cual se divierte mientras se acostumbra estas labores.
“Tu vida va a depender de un perrito que de uno de nosotros”, dijo.
Comentó que incluso algunos se emocionan cuando ven que los especialistas se colocan el equipo necesario para hacer su trabajo. Las razas que mejor entienden lo que deben hacer, indicó Marco, son los border collie o los pastores alemanes o belgas.
“Son perros que deben escalar, difícilmente un chihuahua podría hacerlo”, dijo Marco, quien apuntó que en casos de especímenes más grandes la situación también es contraproducente.
Indicó que en estas acciones los perros son los que buscan y encuentran a la gente para después marcar, para que se sepa dónde buscar y liberar a los que se encuentran atrapados.
No cualquier perro lo logra
Édgar apunta que la disposición del juego y de socialización de cada perro es vital para saber si pueden ser parte de este tipo de funciones. Generalmente tienen únicamente la instrucción por parte del otro integrante del binomio, pero algunos son sometidos a una instrucción adicional por parte de otro rescatista más.
Antes de entrar en acción, todos los canes usados en el rescate deben pasar por una serie de evaluaciones y una certificación. Actualmente, en la Cruz Roja hay 16 animales entrenados para este tipo de trabajo.
“No cualquier perro lo logra”, sentenció.
La labores en Turquía, comentó Marco, son una muestra de lo que estos canes pueden hacer. Destacó que pese a que había condiciones climáticas complicadas, todos realizaron sus labores durante varias horas seguidas y a temperaturas que alcanzaron los 15 grados bajo cero.
“Muchas construcciones nuevas cayeron, muchas personas estaban descansando; en la mayoría de los lugares donde se hizo el rescate había personas que estaban en pijama”, dijo.
De alta estirpe
Tanto Orly como Balam son hijos de Athos, el lomito rescatista que murió junto a Tango. Los dos fueron envenenados con salchichas por Benjamín, un hombre de 60 años de edad, quien fue declarado culpable de este delito en junio del año pasado.
El hombre fue sentenciado a una pena de 10 años de prisión por estos hechos. Athos fue parte vital en las labores para ayudar a las personas atrapadas bajo los escombros durante el sismo del 19 de septiembre de 2017 en México y además ayudó durante las acciones para buscar sobrevivientes durante la erupción de un volcán en Guatemala en 2018.
Tango ayudaba era un can que auxiliaba en terapias y atención a personas con estrés postraumático, síndrome de Down y ansiedad. Balam también fue víctima de este ataque, pero logró sobrevivir tras ser hospitalizado.
El Heraldo de México