El procurador Jaime Rodríguez dijo que el pequeño fragmento de bala que se encontró en el menor no sirve para determinar el calibre del arma que provocó su muerte.
El titular de la PGJ de Michoacán, Jaime Rodríguez Aguilar, dijo que la necropsia realizada a Edilberto “N”, el menor que falleció en el enfrentamiento entre militares y comuneros en Ostula, muestra que tenía alojado un pequeño fragmento de proyectil que no permite determinar el calibre del arma.
“La necropsia nos determina que presentaba un orificio de entrada en el ángulo del ojo derecho sin salida y esta es atípica. No fue una bala directa, fue una bala que pega en otro lado, rebota y que, evidentemente, le da al niño. En el estudio se encontró un pequeño fragmento del proyectil que no nos permite determinar el calibre del arma”, dijo en entrevista para Milenio Televisión.
Sobre la identidad de las personas que dispararon contra la población en Ostula, Rodríguez Aguilar dijo que aún no logran identificarlos, ya que la investigación se realiza de forma escrupulosa y aún no concluye.
“No hemos concluido la averiguación porque la haremos muy escrupulosa y muy apegada a derecho para que sea muy clara y podamos determinar qué vamos a hacer. Estamos reuniendo algunas declaraciones de los lesionados, de la mamá del niño y hermanos del niño. Por otro lado es muy importante serán los dictámenes periciales que nos conlleven a arribar a una conclusión que sea clara, definitiva y apegada a la verdad”, expresó.
Sobre las personas que resultados heridas y trasladadas a un hospital, el procurador dijo que ya fueron dadas de alta.
Edilberto fue a comprar un jabón
La mamá del menor declaró ante el Ministerio Público que su hijo fue a comprar un jabón a la tienda a lado del restaurante, donde le impactó el fragmento de bala, dijo el procurador en entrevista telefónica.
“La mamá nos dice que el niño fue a comprar un jabón, por eso no te puedo decir si el niño estaba caminando, si estaba sentado, que lo había mandado a comprar jabón a la tienda de al lado del restaurante y que no sabe ni cómo ni de dónde vinieron las balas, solo que cuando vio, el niño ya estaba tirado”, narró.
El funcionario estatal afirmó que la Procuraduría General de la República inició una averiguación previa sobre el ataque, al igual que la Procuraduría Militar para determinar si los soldados tienen alguna responsabilidad.
Explicó que a la procuraduría de Michoacán se le ha complicado realizar la averiguación previa debido a que la población está renuente y no dejan que las autoridades entren a la región.
Agregó que la escena donde ocurrió el ataque ya fue contaminada, pues la gente recogió los casquillos y los elementos que ayudarían a la investigación.
Los militares solo pasaban por Ostula
El procurador aseguró que alrededor de las 17:00 horas del domingo los militares iban de paso por Ostula con rumbo a Lázaro Cárdenas y no fueron a esa zona para agredir a los habitantes. Los pobladores les cerraron el paso a los soldados y después los agredieron con piedras, palos y quemaron una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad.
Los militares respondieron la agresión con gas lacrimógeno, dijo.
“No es el Ejército el que va y agrede a los habitantes de Ostula, ellos iban pasando. Es en Ostula cuando les ponen estos retenes, les impiden el paso, porque pensaban que iba en uno de los carros Cemeí, y les decían que les entregaran a Cemeí. (Eso) era imposible, porque no lo llevaban”, indicó.
Precisó que la detención del autodefensa en esa región ocurrió a las 10:00 horas y para las 12:00 ya estaba en Morelia.
Fuente: Milenio.