El periodista Jorge Ramos, expulsado esta semana de una rueda de prensa por Donald Trump, considera que frente al precandidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos “sólo cabe la lucha y la confrontación, porque el tiempo del apaciguamiento ya pasó”.
Presentador estrella de la cadena hispana Univisión, Ramos se ha convertido en los últimos días en protagonista de la campaña electoral por su enfrentamiento público en Iowa con el magnate neoyorquino, que lidera las encuestas republicanas a poco más de un año de las elecciones para la Casa Blanca.
En una entrevista con Efe, Ramos revivió el incidente que ha dado la vuelta por las televisiones de todo el mundo y se mostró convencido de que Trump “cometió un grave error” al expulsarle de la rueda de prensa, porque, de hecho, “se vio obligado a rectificar apenas diez minutos después” y a contestar las preguntas del informador, aunque de manera desafiante y poco precisa.
Con treinta años de profesión a sus espaldas, este periodista de origen mexicano y con nacionalidad estadounidense considera que frente a Donald Trump “ha llegado el momento de tomar partido”, pues sus palabras y sus acciones contra los inmigrantes indocumentados “son muy peligrosas”.
Para desgracia de otros pre candidatos republicanos, como Jeb Bush o Marco Rubio, Donald Trump acapara todo el protagonismo de su partido desde que calificó de “violadores y narcotraficantes” a los inmigrantes, defendió la expulsión de once millones de indocumentados y propuso levantar un muro a lo largo de la frontera con México, cuyo costo fuera solventado por los mexicanos.
“Trump sólo ofrece terror, está proponiendo la mayor deportación masiva de la historia moderna, y frente a un discurso tan peligroso sólo cabe la confrontación”, asegura Ramos, considerado uno de los periodistas más influyentes de Estados Unidos y uno de los 100 personajes de mayor importancia, según la revistaTime.
“Me tomo muy en serio lo que dice Donald Trump. Acusarlo de payaso es una equivocación, porque va ganando en las encuestas y podría ser Presidente de Estados Unidos”, advierte el periodista, que además de su programa en español en Univisión tiene también un espacio en inglés a través de la cadena Fusion.
“Yo soy sólo un periodista que hace preguntas, pero algunas veces como periodistas estamos obligados a tomar partido, y de manera especial “en casos de racismo, discriminación, corrupción, mentiras públicas, dictaduras y defensa de los derechos humanos”, subraya el periodista, que prefiere dar esta batalla “ahora, y no después de que Trump sea elegido Presidente”.
Acusado por algunos colegas de traspasar las fronteras del periodismo para adentrarse en el “activismo”, Ramos replica que “cuando un periodista toma partido, estamos viendo lo mejor de nuestra profesión”.
“Cuando el ‘Washington Post’ obligó a dimitir a Nixon, estaba tomando una posición”, recuerda Ramos.
Frente al problema migratorio y el muro en la frontera que quiere construir Donald Trump, Ramos defiende que la solución no pasa por expulsar a once millones de indocumentados sino por “integrarlos”.
“La solución está ahí desde hace años. En lugar de expulsar, los integras, eso es lo que EU ha hecho desde hace doscientos años”, defiende el periodista.
“Y la mejor forma de integrarlos es legalizándolos y ofrecerles un camino a la ciudadanía. Eso es lo que hace un país decente y generoso”, agrega Ramos, quien no cree que esta postura sea poco realista y no se pueda llevar adelante.
A su juicio, las naciones más poderosas se definen por “ayudar y proteger a los más débiles”, y eso vale para Estados Unidos “y también para Europa”, que estos meses registra también una importante ola migratoria.
En el caso de Ramos, el periodista recuerda que Estados Unidos fue con él “un país extraordinariamente generoso”, porque cuando llegó hace más de treinta años el país le ofreció “las oportunidades y la libertad” que México no le dio.
Echando la vista atrás, Ramos hace también un balance “muy agridulce” de la gestión del Presidente Barack Obama ante el problema migratorio.
“Mi balance de la gestión de Obama en este punto es muy agridulce. Quedé muy desilusionado de que no haya cumplido su promesa migratoria. Cuando tenía la Casa Blanca y las dos Cámaras, pudo haberlo aprobado y nos hubiéramos evitado este problema, pero no lo hizo”, lamenta el periodista de Univisión.
Reconoce, no obstante, que el actual presidente estadounidense sí ha ayudado a los jóvenes “dreamers” (soñadores), y agradece que el todavía inquilino de la Casa Blanca mantenga su intención de “seguir empujando por la reforma migratoria”.
Fuente: Sin Embargo