En vísperas del inicio a clases presenciales en el ciclo escolar 2022-2023, comienzan a escasear los uniformes, porque durante lo más fuerte de la pandemia de coronavirus COVID-19, los fabricantes se quedaron sin empleados, aseguró José Luis Chalita Manzur, propietario de un negocio de ese giro.
En entrevista, el empresario informó que el problema principal es la recontratación de trabajadores, porque poco a poco se ha dificultado hallar perfiles de personas que pudieran trabajar en áreas que perdieron personal durante la pandemia.
Explicó que la escasez de empleados provocó una baja en la producción de uniformes.
Chalita Manzur recordó que anteriormente, los fabricantes con uniformes en existencia en sus bodegas sí podían abastecer a las tiendas sin mayor problema, sin embargo, el nuevo desabasto obliga a los vendedores a hacer una fila de espera de hasta treinta días para conseguir nuevas mercancías.
El entrevistado juzgó que se trata de bastante tiempo, pero algunos vendedores de uniformes como él, tuvieron la precaución de mantener la bodega actualizada, para soportar una parte del desabasto que viene.
Chalita Manzur dijo que entonces, la falta de productos “tomará de bajada” a aquellos que no se preocuparon por surtir o no tuvieron los medios para hacerlo antes de la escasez.
El empresario recordó que había que estar preparados para el resurtido de uniformes en la primera movilización masiva de mercancías desde el año 2019.
Precisó que si bien los dueños de negocios de uniformes tenían obligación de mantener surtido al stock, no debe suceder que las escuelas tarden dos o tres meses en surtir los uniformes, pero eso está sucediendo con escuelas que llevan exclusividad con negocios particulares, porque “a veces los comerciantes y fabricantes venden más caro y a veces hasta algunos se embolsan dinero”.
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