El Gran Premio de España fue un éxito total para Red Bull Racing copando los dos primeros lugares, pero la polémica la generó el mexicano Sergio Pérez, quien abiertamente cuestionó a los jefes de la escudería por exigirle que se dejara rebasar por Max Verstappen, aunque ya ha salido un defensor del neerlandés y se trata del principal asesor de la escudería.
Helmut Marko quiso “bajarle los humos” a Checo Pérez explicando que, aunque le moleste lo que tuvo que hacer, estaba claro que el mexicano no habría podido competirle a Verstappen, por lo que pensaron en el bien del equipo asegurando el 1-2 en Barcelona.
“Manejaban (Max y Sergio) con diferentes estrategias. Estaba claro que Checo no habría podido terminar con ese juego de neumáticos si quería competir con Max”, indicó a la televisora austriaca ORF.
Checo tampoco iba a decir ‘sí, que me dejen atrás’
Eso sí, Marko dijo entender completamente la queja de Pérez Mendoza porque su espíritu competitivo así se lo dicta; no está de más recordar que, hace unas semanas, el tapatío públicamente dijo que él no era “segundón de nadie” y que jamás había recibido un trato que así lo indicara en RB, aunque esta vez quedó claro quién es el consentido.
“Si no se hubiera quejado, no sería un verdadero piloto. Es perfectamente entendible que no responda a la orden diciendo: ‘Sí, que me rebasen sin problemas’ y que hasta le salude desde el coche dando el paso, es normal”.
Finalmente, el asesor aceptó que corrieron “con buena dosis de suerte” con el abandono de Charles Leclerc, quien a bordo de su Ferrari llegó a tener una ventaja de hasta 30 segundos en la cima, pero una falla mecánica lo dejó fuera.
Medio Tiempo