“No quiero continuar mi vida, sino empezar de cero”, dice Diego Santoy, el asesino de Cumbres

Diego Santoy cimbró al país en marzo de 2006, cuando se dio a conocer la noticia de que había asesinado a dos hermanos y había intentado matar a su novia. Fue enjuiciado y sentenciado a 138 años de prisión; mas hace poco tiempo, su condena fue reducida a 71.

Ha pasado los últimos 12 años y medio de su vida en prisión; es uno más de los mil 841 internos que se encuentran recluidos en el centro penitenciario de Cadereyta, Nuevo León. Es Diego Santoy Riverol, “El asesino de Cumbres”, quien sale de las penumbras de la cárcel y accede a hablar en entrevista para Milenio, sobre sus expectativas una vez que cumpla su condena.

Diego Santoy cimbró al país en marzo de 2006, cuando se dio a conocer la noticia de que había asesinado a dos hermanos y había intentado matar a su novia. Fue enjuiciado y sentenciado a 138 años de prisión; mas hace poco tiempo, su condena fue reducida a 71. Hoy accede a dar una entrevista, con la única condición de que su rostro no aparezca frente a las cámaras.

Durante la entrevista, Santoy habló sobre su presente, pero sobre todo, de su futuro, ese que se ve lejano e inalcanzable, cuando salga de prisión.


“Olvidarme de este lugar, o sea, llevarme lo bueno que aprendí, pero todas las experiencias malas hacerlas a un lado, esto no deja de ser una enseñanza, es parte, es como si fuera una escuela, aquí aprendes mucho. El valorar lo que realmente importa, porque estás afuera y das por hecho que lo que tienes te lo mereces, y a veces no es así”, dijo al preguntársele qué pensaba hacer cuando quedara libre.

Diego llevaba dos años con su novia. Foto: especial.
El llamado “Asesino de Cumbres”, desea que al salir simplemente sea ignorado. No espera nada de nadie, ni bueno ni malo; únicamente quiere continuar con su vida.
“Pues simplemente ignorarme, no espero nada bueno ni nada malo, nada más simplemente el día en que yo salga de aquí, haya cumplido con una condena y seguir con mi vida, nada más”, dice.
En 2017, durante el motín que dejó decenas de muertos, Diego pensó que ya no la contaría, pues al igual que muchos otros, fue severamente golpeado.
Por otra parte, el ahora padre y esposo afirma que la dinámica dentro de la prisión es relativamente similar a la de la vida en libertad, “todo depende la actitud que muestres”, dice. Tiene acceso a las noticias y así puede enterarse de cómo es el Monterrey actual.
La sentencia de Santoy había quedado fijada en 71 años; empero, de acuerdo a la ley, no puede purgar una condena mayor a 40 años. Y, pese a que aún faltan muchos años, tiene bien definido qué es lo que hará al salir: “no continuar la vida, sino empezar de nuevo”. “La dejé completamente estancada, sin terminar de estudiar ni nada, entonces es realmente salir y empezar a hacer una vida”, sentencia.
Actualmente, Diego Santoy Riverol cuenta con 35 años de edad, es padre y esposo aunque admite que no los ve con la frecuencia que él quisiera. Podría salir con 63 años de edad.
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