Corea del Norte transportó un segundo misil de medio alcance a su costa oriental y lo dispuso sobre un lanzamisiles móvil, informó este viernes la agencia surcoreana Yonhap, que cita a un responsable gubernamental en Seúl. El ministerio de Defensa, que confirmó la víspera que Pyongyang había instalado un primer misil en la costa este, no hizo comentarios sobre esta nueva información.
Mientras, Corea del Sur desplegó hoy dos navíos con sistemas para interceptar misiles en sus costas del Mar Amarillo (Mar Occidental) y del Mar del Este (Mar de Japón) ante los movimientos que apuntan a que Corea del Norte podría preparar un lanzamiento.
Según declaró un portavoz del Ministerio de Defensa a la agencia de noticias Yonhap, los dos destructores, de unas 7.600 toneladas cada uno, están equipados con el sistema de radar Aegis para derribar misiles balísticos. El sistema Aegis está diseñado para destruir proyectiles en su fase de trayectoria intermedia, antes de que efectúen su reentrada en la atmósfera.
El ejército surcoreano también tiene ya operativos el sistema de radar defensivo tierra-aire Green Pine, y el sistema de alerta temprana Peace Eye, que consta de cuatro aviones de vigilancia Boeing 737 AEW&C.
Este despliegue se produce después de que Corea del Sur detectara que el régimen hubiera movido hacia su costa oriental un misil, probablemente un Musudan (o Taepodong-X), de alcance medio, tras un mes de continuas y graves amenazas a Washington y Seúl, a los que ha amenazado con atacar.
El régimen comunista aún no ha realizado ningún lanzamiento de prueba del Musudan, que fue revelado por primera vez en un desfile militar en Pyongyang en 2010, aunque se estima que el alcance del artefacto es de unos cuatro mil kilómetros, lo que pone a tiro la base estadunidense en la isla de Guam.
Aunque la mayoría de los expertos defiende que Corea del Norte carece de tecnología para miniaturizar cabezas nucleares y montarlas en sus misiles, Washington ha enviado a la isla su sistema THAAD (Terminal de Defensa de Alta Altitud) para destruir proyectiles.
“Estamos vigilando de cerca los preparativos (con respecto al misil) de Corea del Norte, aunque aún no está claro cuándo y dónde disparará el proyectil”, dijo a Yonhap el portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur, Kim Min-seok.
Muchos analistas ven probable que Pyongyang lance el misil a mediados de este mes para conmemorar el cumpleaños póstumo del venerado Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte, que se celebra el 15 de abril, y para consolidar la figura de su nieto, Kim Jong-un, al frente del régimen.
Mientras, el gobierno de Estados Unidos está adoptando “todas las precauciones necesarias” para afrontar la escalada de amenazas de Corea del Norte, dijo hoy el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
“Lo que estamos viendo ahora es un patrón familiar de comportamiento… lamentable pero familiar”, señaló Carney a bordo del avión Air Force One en el viaje de retorno del presidente Barack Obama a la capital desde California.
A pesar del exitoso disparo de un misil en diciembre, los expertos no consideran que en este momento Corea del Norte tenga capacidad para atacar directamente al territorio estadounidense.
Sin embargo, Pyongyang amenazó con atacar a Guam y Hawai, y está en condiciones de alcanzar Corea del Sur y Japón, donde se encuentran 28,500 y 50 mil soldados estadunidenses respectivamente.
La agencia surcoreana Yonhap y el diario japonés Asahi Shimbun informaron que Corea del Norte parecía haber instalado en sus costas orientales una batería de misiles Musudan de alcance medio (tres mil km).
Según fuentes de inteligencia militar citadas por Yonhap, Corea del Norte podría lanzar un misil el 15 de abril, aniversario del nacimiento del fundador del régimen comunista, Kim Il-Sung, que falleció en 1994.
Las autoridades norcoreanas, furiosas por las sanciones de la ONU después de su prueba nuclear de febrero, amenazaron a Estados Unidos con un ataque nuclear preventivo, mientras las tensiones militares en la Península Coreana registraban una escalada, llegando a un nivel de tensión sin precedentes en los últimos años.
Rusia, que está muy preocupada por la situación “explosiva cerca de (sus) fronteras en Extremo Oriente”, consideró “inaceptable” que Corea del Norte no respete las resoluciones de la ONU (sobre la no proliferación nuclear) y aseguró que las iniciativas de Pyongyang en el ámbito nuclear “bloquean” de hecho una reanudación de las negociaciones multilaterales.
China, principal aliado de Corea del Norte, instó a “la calma y la moderación” a “todas las partes” implicadas en el conflicto. Los llamamientos a Pekín para que intente apaciguar al régimen de Kim Jong-Un se multiplicaron. Francia deseó que China, que tiene “poder sobre Corea del Norte” intervenga en la crisis. Berlín también pidió a China que juegue un papel “tranquilizador”.
La Unión Europea pidió hoy a Pyongyang que no “alimente las tensiones” y que se “comprometa” en favor de la paz y la seguridad renunciando a la reactivación de su reactor nuclear en la central de Yongbyon.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó hoy al gobierno de Corea del Norte a “reducir las tensiones” ante una “situación alarmante” en la que “cualquier error de juicio” podría tener “implicaciones gravísimas”.
“La amenaza nuclear no es un juego, es muy serio. Creo que han llegado muy lejos con su retórica y estoy preocupado porque cualquier error de juicio en esa situación puede producir una crisis en la península de Corea que podría tener implicaciones gravísimas”, declaró Ban en una rueda de prensa en Madrid.
Poco antes del anuncio del ejército norcoreano, el Pentágono informó el miércoles del despliegue de una batería antimisiles THAAD sobre la isla de Guam, desde donde despegan los B-52 que sobrevolaron Corea del Sur.
Este sistema de defensa se añade al despliegue de dos destructores Aegis antimisiles en el Pacífico occidental. Para el secretario de Defensa estadunidense, Chuck Hagel, las provocaciones de Pyongyang representan un “real y claro peligro”. Por otra parte, Ban Ki-moon dijo estar “decepcionado y preocupado” por las restricciones que afectan a los trabajadores surcoreanos que trabajan en Kaesong.
El complejo industrial intercoreano de Kaesong, convertido en un peón estratégico en la guerra dialéctica entre Pyongyang y Seúl, asociada a Washington, estaba cerrado como todos los viernes, indicaron las autoridades surcoreanas.
Desde el pasado miércoles, Pyonyang prohíbe el acceso a Kaesong, polo industrial situado en suelo del Norte, a diez km de la frontera con el Sur, a los que surcoreanos que acuden a diario a trabajar en el complejo. Preciosa fuente de divisas para Corea del Norte, Kaesong fue inaugurado en 2004 con la voluntad simbólica de establecer una cooperación entre las dos Coreas.
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