Los abogados defensores de Jacqueline Selene Santana López y Bryan Reyes Rodríguez -acusados de presuntamente robar 500 pesos a una policía federal- dieron a conocer este lunes el video del momento de su detención; revela que fueron varios los oficiales que los aprehendieron, así como que hubo al menos dos vehículos en el lugar donde fueron detenidos.
Lo anterior, señalaron los defensores Sergio Soto y Jorge Miranda de la Liga de Abogados 1DMX, concuerda con los testimonios de Jacqueline y Bryan sobre su arresto y contradice la versión de los dos policías-testigo que sostienen que los jóvenes asaltaron a una compañera suya y por eso los arrestaron.
Los jóvenes fueron detenidos el 15 de noviembre de 2014, alrededor de las 14:45 horas en el cruce de las avenidas Francisco del Paso y Troncoso y Fray Servando, en la colonia Jardín Balbuena de la delegación Venustiano Carranza. Desde entonces se encuentran llevando su proceso en prisión ya que el amparo interpuesto por sus abogados para liberarlos no ha sido resuelto.
De acuerdo con lo que Jacqueline declaró en su momento, personas vestidas de civil los detuvieron en las inmediaciones del cruce de las mencionadas avenidas. Según la joven, cuatro mujeres -ninguna con uniforme de policía- le cerraron el paso para detenerla, mientras que unos ocho sujetos, también vestidos como civiles, hacían lo mismo con Bryan.
Él gritó pidiendo auxilio, creyendo que los estaban secuestrando. Cuando Jacqueline intentó acercarse a su novio para ayudarle, uno de los hombres que lo retenía la jaló del cabello y le gritó: “¡Quítate perra, que a ti también te va a tocar!”.
Bryan fue subido a la fuerza a un automóvil color blanco modelo Chevy; ella, a un taxi del Distrito Federal, con sus distintivos colores guinda y dorado.
El video dado a conocer este lunes por Soto y Miranda es poco nítido. Sin embargo, se alcanza a ver en la parte superior derecha a dos personas corriendo, tras lo cual aparece un grupo de personas caminando hacia un automóvil al parecer modelo Tsuru, que en ese momento se orilla. Atrás de él parece estacionarse otro auto.
Pueden distinguirse cuatro personas. A ellas comienzan a aproximarse otras más, algunas provenientes de la parte trasera del Tsuru, otras de frente, donde se aprecia un vehículo blanco estacionado. En un momento del video (segundo 52) hay al menos nueve personas rodeando el Tsuru, tras lo cual se dispersan para abordar los vehículos. El primer automóvil en avanzar es el que se encuentra detrás del Tsuru -que también resulta ser color blanco- al que éste sigue.
Los jóvenes -ella estudiante universitaria, él músico- aseguran que fueron detenidos cuando salían de casa de Bryan Reyes rumbo al mercado de La Merced.
Quienes los detuvieron fueron policías federales vestidos de civil integrantes del Área de Inteligencia, Operaciones Encubiertas e Infiltración de la Policía Federal.
Según la versión de Jacqueline, los policías los detuvieron sin identificarse como tales, ni mostrarles una orden de aprehensión, ni viajar en vehículos oficiales. De ahí que ella, su familia y abogados han sostenido que se trató de un intento de desaparición forzada.
La supuesta operación de desaparición se frustró fue porque un policía capitalino interceptó a los vehículos en los que los jóvenes eran trasladados. Identificados, a los policías no les quedó más remedio que remitirlos a la Agencia del Ministerio Público en la Fiscalía Desconcentrada de la delegación Venustiano Carranza.
Al llegar ahí los policías Luis Alberto Castillo Gordillo y José Montiel González ofrecieron una versión totalmente distinta de lo ocurrido, según la cual los dos jóvenes, con cuchillos en mano, asaltaron a la policía federal Lidia Zárate Herrera. Los tres agentes están adscritos a la división de Inteligencia de la Policía Federal. Según los policías-testigos, a Zárate Herrera los muchachos le robaron 500 pesos.
El abogado Miranda ha referido que los testimonios de Castillo Gordillo y Montiel González, los cuchillos y los 500 pesos son los únicos elementos que sostienen la acusación contra Jacqueline y Bryan. Sin embargo, los defensores han demostrado, con base en peritajes, que ni los cuchillos con los que supuestamente los muchachos cometieron el robo ni el billete de 500 pesos tienen sus huellas dactilares. El billete supuestamente robado ni siquiera tiene las huellas de Zárate Herrera, de acuerdo con Miranda.
El pasado 16 de febrero, en su declaración ministerial, el director general de Operación e Infiltración del área de Inteligencia de la Policía Federal, Marcos Vicente González Monjaraz, dijo que nunca entregó un kit a los agentes Lidia Zárate Herrera, José Montiel González y Luis Alberto Castillo Gordillo para resguardar los cuchillos y el billete. El abogado Soto dio a conocer lo anterior desde febrero pasado, además de que denunció entonces que el billete de 500 pesos había desaparecido, porque el área de depósitos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal depositó el dinero en una cuenta concentrada de 3 mil 700 pesos a nombre del gobierno capitalino.
A estos elementos se suma ahora el video del momento de la detención, el cual ya fue sometido a un peritaje para integrarlo a las pruebas ofrecidas por los defensores de los jóvenes para demostrar su inocencia, dijeron los abogados.
Asimismo informaron que la próxima semana se resuelve el amparo promovido para buscar la excarcelación de los jóvenes.
“Ya están las evidencias de que no hay huellas en los cuchillos, no hay delito que perseguir, no estaba el billete, también lo hicieron perdedizo, no hay robo. ¿Entonces por qué todavía siguen dentro de la cárcel? No me lo explico”, expresó la madre de Jacqueline, María de la Luz López, presente también en la conferencia de prensa.
El abogado Soto calificó como “absurdo y ridículo” que el proceso lleve ya más de seis meses, en los que se han celebrado más de 10 audiencias para ofrecer pruebas, y que pese a las evidencias presentadas para demostrar la inocencia de Jacqueline y Bryan, ellos sigan en prisión.
“Quiero que a la brevedad posible le den la libertad a los muchachos, porque ellos no merecen estar sufriendo todo lo que están sufriendo. Es indigno que nuestro gobierno esté fabricando este tipo de cosas a personas que se dedican a luchar contra todas las injusticias que se están cometiendo en este país”, agregó la madre de Jacqueline.
LA CUESTIONADA ACTUACIÓN DE LA CNDH
Tras la detención de los jóvenes, desde noviembre del año pasado, la hermana de Bryan, Wendy Reyes, y una amiga del joven interpusieron sendas quejas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), sin que hasta el día de hoy hayan sido notificadas de algún avance al respecto, como refirió Wendy Reyes.
No obstante, el pasado jueves 28 de mayo, mientras revisaban el expediente de los jóvenes, sus abogados se percataron de que la CNDH les realizó peritajes médicos físicos y psicológicos a Jacqueline y Bryan.
Tanto los abogados como los familiares de los muchachos, así como el médico Guillermo Selvas Pineda, cuestionaron las conclusiones de esos peritajes, pues en el caso de Jacqueline la perito en psicología acreditó que la joven tenía ansiedad y depresión, pero lo atribuyó a que estaba preocupada por la salud de su madre y no a su detención y encarcelamiento.
Asimismo, el peritaje médico acreditó que la joven presentaba lesiones en las piernas, lo que la perito consideró como lesiones propias de una detención. Miranda cuestionó ese dictamen, dado que según la versión de los policías que la detuvieron, sólo la tomaron de los brazos y ella no opuso resistencia. La madre de Jacqueline aseguró que su hija se encontraba golpeada cuando la vio, tras su detención.
Los abogados informaron que objetarán los dictámenes de la CNDH, al considerar que minimiza la gravedad de las violaciones cometidas contra los jóvenes, además de que no considera que se trata de un caso que trasciende a la opinión pública, por su relación con el derecho a la manifestación y contra las “políticas represivas” en las Ciudad de México en contextos de protesta social.
El abogado Soto agregó que en lo que respecta al proceso jurídico, si el amparo no prospera podrían llevar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, conforme al principio jurídico de peligro en la demora, al demostrar que la resolución del amparo -presentado desde noviembre- ha sido deliberadamente dilatada.
Las familiares de los jóvenes denunciaron además las condiciones en que viven el encierro Jacqueline y Bryan. La madre de Jacqueline refirió que su hija es acosada tanto por internas como por custodias, además de que ellos, como familiares, reciben malos tratos del personal de Juzgado 13, donde se sigue el proceso.
Wendy Reyes denunció que apenas ayer su hermano Bryan fue acosado por un custodio.
Fuente: Sin Embargo.