OEA podría cambiar política antidrogas a partir de 2016, dice canciller de Guatemala

Uncategorized

Aunque no hay todavía un consenso sobre si cambiar o no la actual guerra contra las drogas impulsada por EU, los cancilleres lograron un acuerdo sobre el mecanismo para continuar las conversaciones y la celebración de una cumbre extraordinaria.

La Organización de Estados Americanos (OEA) podría comenzar a cambiar su política contra las drogas a partir de 2016, tras alcanzar un consenso en la declaración final de su Asamblea general que se celebra en la colonial Antigua Guatemala, informó hoy el canciller guatemalteco Fernando Carrera.

“Probablemente la estrategia 2016-2020 exprese una renovación en la función de la política continental de la lucha contra las drogas”, afirmó Carrera en rueda de prensa, al anunciar un “consenso oral” de la declaración final tras una reunión privada de cancilleres y jefes de delegación.

El debate, que reúne hasta el jueves a 26 cancilleres y delegados de los 34 miembros activos, gira en torno a la búsqueda de nuevas estrategias, ante la evidencia de que la política antidrogas estadunidense, basada en la represión a la producción y distribución, es un fracaso.

Los cancilleres que participan en la 43 asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) alcanzaron un consenso respecto al mecanismo para dar seguimiento al diálogo sobre el tema de las drogas y las nuevas formas para combatirla.

El mecanismo de seguimiento era el principal disenso que impedía a los cancilleres aprobar por unanimidad la Declaración de la Antigua, que será suscrita mañana por los participantes de la 43 asamblea general.

Carrera afirmó que, “por aceptación unánime”, los cancilleres de los países miembros de la OEA acordaron realizar una asamblea general extraordinaria el próximo año, en una fecha aún por definir. En dicha asamblea extraordinaria, precisó Carrera, “se definirán los lineamientos para el inicio de la discusión de la estrategia continental sobre las drogas” para el período 2016-2020.

El consenso alcanzado hoy también contempla que los insumos para la discusión y profundización del tema sean aportados por la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), así como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Cumbre de Ministros de Seguridad Pública del continente.

Además, se acordó impulsar encuentros regionales y subrregionales para discutir la problemática de las drogas y empezar a definir propuestas concretas para la nueva estrategia.

Como resultado de la asamblea extraordinaria que se realizará en 2014, además de la definición de la nueva estratégica continental de combate a las drogas, se esperaría la convocatoria para una Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del continente para aprobarla, añadió Carrera.

El principal logro de la 43 asamblea de la OEA, que concluirá mañana, es que “se alcanzó un acuerdo para profundizar en el debate de una política continental del problema de las drogas, lo cual hace un año era un tabú”, aseguró el canciller guatemalteco.

Carrera aseguró que las propuestas de despenalización de las drogas que han mencionado algunos países como estrategia para combatir ese flagelo no fueron abordadas durante la reunión de los cancilleres y descartó que el diálogo vaya a girar en torno a estas.

El acuerdo alcanzado, afirmó, “no es una entrada escondida para entrar al debate de la despenalización”. En cambio, dijo, el consenso se logró con base en “puntos mínimos no máximos”.

En la primera de las dos jornadas del 43 periodo de sesiones de la Asamblea General de la OEA, el secretario de Estado estadunidense, John Kerry, reafirmó a los cancilleres la estrategia antidrogas de Barack Obama: una “política integral”, pero sin renunciar a la represión y persecución policial.

“Estados Unidos no pretende tener un monopolio sobre la mejor manera de controlar las drogas. No hay respuestas simples ni soluciones uniformes”, dijo Kerry, ante el plenario de la asamblea, que se celebra en la ciudad colonial de Antigua Guatemala, 45 km al suroeste de la capital.

Por primera vez desde que Washington lanzó hace 40 años la guerra contra las drogas, los gobiernos de América hablan de cambios ante lo que consideran la evidencia del fracaso: narcos cada vez más poderosos y cientos de miles de muertes asociadas a las drogas en Latinoamérica, solo en México 70 mil en los últimos siete años y unos 20 mil anuales en Centroamérica.

Pero un golpe de timón aún está por verse. “Se han manifestado todos en ese camino, aunque también hay voces de advertencia de que un cambio de enfoque en la política no debe de hacerse de la noche para el día, o que en pocos momentos se podría perder parte de lo construido”, dijo el canciller guatemalteco Fernando Carrera.

“No hay justificación para despenalizar y legalizar las drogas. Los ciudadanos de las Américas no deben ser sometidos a semejante ignominia”, dijo el representante permanente de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, al señalar que una despenalización abriría “espacios legales” al consumo y al tráfico de drogas.

Pero al criticar la estrategia vigente, el canciller boliviano David Choquehuanca afirmó que en su país, sometido a fumigaciones aéreas antidrogas, ese modelo criminalizó a los productores de hoja de coca. “Este modelo de lucha contra las drogas ha favorecido la expansión del mercado de las armas, ha producido tremendos impactos medioambientales” y dejado innumerables muertos, subrayó.

Los cancilleres discuten sobre la base de un informe elaborado por la Organizaciones de Estados Americanos (OEA) por mandato de la Cumbre de las Américas de 2012 de Cartagena (Colombia), que acogió la idea del presidente guatemalteco Otto Pérez de buscar alternativas.

Los cancilleres también tienen frente a sí las experiencias de Colorado y Washington que regularon el consumo de mariguana y de Uruguay, que analiza si legalizar la producción y distribución de cannabis.

El informe plantea cuatro escenarios independientes para encarar el flagelo: fortalecer las instituciones y la seguridad; atención desde las comunidades; la despenalización; y un cuarto en que los países de tránsito dedican recursos a sus problemas internos, en vez de parar la cocaína que va a Estados Unidos, mayor consumidor del mundo.

Kerry dijo que el gobierno de Obama es consciente de la corresponsabilidad. Al pedir un “cambio de paradigma”, Vanessa Rubio Márquez, subsecretaria de Relaciones Exteriores de México, abogó por una acción coordinada “y basada en la responsabilidad compartida”.

“Compete a todos los países de la región evitar fomentar actividades que, como la producción y distribución de armas, a veces de gran sofisticación, terminan alimentando una espiral de violencia que ha cobrado demasiadas” víctimas, insistió el canciller argentino Héctor Timerman.

Guatemala, que forma con Honduras y El Salvador el Triángulo Norte, la zona más violenta del mundo, aspira a que en Antigua se acuerde seguir el debate en una sesión extraordinaria de la asamblea en 2014. “Un diálogo político al más alto nivel”, dijo el vicecanciller Carlos Morales.

Se llegue o no a un acuerdo, para Pérez y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, la asamblea de dos días es histórica, pues al menos abrió la discusión de un tema que -dijeron- era considerado un tabú.

http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/e93bbbd7d41412630bd0071b8cdb767f

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp