Por Lauro Ramos @lauroramosr
En la colaboración anterior de este mismo espacio, se alertaba sobre la importancia de la participación asertiva de las juventudes universitarias en el proceso electoral de este 2024. Siguiendo la misma línea, me parece importante señalar lo siguiente.
Las universidades han sido y, desde que tiempos, parte fundamental de la construcción de la democracia en México, ya sea por la inquietud de los estudiantes por los temas que atañen a su sociedad, o por el papel que estas juegan como cámaras de pensamiento y análisis político.
No obstante, hay un tercer papel que han adquirido las instituciones educativas, y es que no sorprende que al haber una cantidad grande de personas mayores de edad, a las universidades también se les vea como granja de votos y constantemente buscan ser puestas a merced de algún interés partidario particular. Y sin hablar de casos específicos por la prudencia que los tiempos requieren, me limitaré a reproducir una frase popular mexicana “quien tenga ojos para ver, que vea”.
Esta última es la mejor aliada de la apatía creciente de los últimos años, y ahí mismo recae su solución pues como hemos sido testigos, los menos favorecidos de la intromisión de intereses políticos en los grupos de estudiantes, son irónicamente los mismos alumnos.
Esta como antes dije, únicamente puede ser combatida fomentando la participación consciente de los alumnos, siendo los políticos quienes se adapten a las necesidades de los jóvenes y no los jóvenes quienes trabajen para aquellos aspiran a un puesto.
Es responsabilidad de los universitarios hacer valer los esfuerzos de generaciones pasadas para dignificar a nuestra comunidad y exigir los resultados que se nos prometen, a través de la organización y la unidad, primando siempre la autonomía y la libertad del estudiantado.
Nos leemos.