Una ola de ataques con coches bomba y a tiros en distintos puntos de Iraq dejaron 39 personas muertas, informaron este lunes las autoridades, en la última ola de violencia en el país en medio de crecientes tensiones sectarias.
En Basra, al menos nueve personas murieron y 37 quedaron heridas cuando dos coches bomba explotaron en dos vecindarios, informó la policía. La provincia es predominantemente chiita.
En otro punto, hombres armados atacaron dos retenes de la policía en Hadita, lo que dejó nueve elementos muertos, según la policía de Ramadi. Hadita está a 250 kilómetros al oeste de Bagdad.
En la capital, cinco coches bomba explotaron en barrios predominantemente chiitas, según la policía. Los ataques dejaron cuatro muertos y 42 heridos.
Otro coche bomba explotó frente a un mercado en el sureste de la capital, y un séptimo coche bomba detonó en una congestionada avenida del suroeste de la ciudad, según la policía.
De forma separada, una bomba explotó en un vecindario del noroeste de Bagdad.
En el área de Ramadi, ocho civiles que fueron secuestrados el pasado sábado fueron encontrados muertos.
Poco antes, los cuerpos de seis policías que también habían sido secuestrados el sábado pasado fueron encontrados en una autopista en el oeste de Ramadi.
La mayoría de los 14 secuestrados y asesinatos eran chiitas.
Las autoridades no han informado quienes se encuentran detrás de la última ola de violencia, pero las tensiones entre sunitas y chiitas han escalado en meses recientes, especialmente luego de un incidente el mes pasado en Hawija, donde fuerzas de seguridad irrumpieron en un sitio usado por manifestantes sunitas que han realizado acciones contra el gobierno chiita.
La violencia a veces va dirigida contra sunitas, y a veces contra chiitas.
Los sunitas, que representan una minoría en Iraq, han sido marginados políticamente desde la caída de Saddam Hussein en 2003. Los chiitas ahora dominan el gobierno.
El primer ministro iraquí Nouri al-Maliki se refirió a la violencia sectaria que afecta al país este domingo.
“Esos que están atacando mezquitas y otros lugares son los enemigos de los sunitas y chiitas”, afirmó el primer ministro en un comunicado. “Están conspirando para encender la lucha sectaria como lo han intentado antes”.
En total, 14 personas murieron y 89 quedaron heridas en los ataques de este lunes en la capital, según la policía y funcionarios de salud.
Al-Maliki llamó a los clérigos a rechazar el sectarismo y promover la unidad.