En las últimas horas y gracias al estreno del documental de Netflix, The Tinder Swindler, nos enteramos del caso de Simon Leviev. Este hombre se hizo mundialmente famoso como el ‘estafador de Tinder’ por engañar a mujeres para que lo ayudaran a vivir como si fuera millonario. Sin embargo, aunque ustedes no lo crean, esto también llega a suceder en otras países como México.
A raíz de la conversación que abrió esta producción del gigante del streaming, se hizo viral en el internet de las cosas la historia de una mujer llamada Sofía Abraham, quien a través de su cuenta de Twitter nos narró la extraña experiencia que vivió en la popular aplicación de citas, cuando conoció a un presunto sujeto con el que empezó a ligar y las cosas poco a poco se pusieron muy essstrañas. Ahí les va cómo estuvo la cosa.
Esta joven contó la extraña experiencia que tuvo con un ‘estafador de Tinder’
Resulta que esta joven relató que justo cuando inició la pandemia en marzo de 2020, comenzó a platicar con un hombre en Tinder. En un principio, todo lo mantuvieron virtual, pues ambos tenían miedo ante los contagios de COVID-19 y pospusieron verse en vivo y a todo color para cuando la situación lo permitiera. Sin embargo, su comunicación fue cada vez más frecuente al punto que empezaron a hablar por teléfono.
Justo en ese momento, su ligue le confesó que sufría de ansiedad y depresión, pero en un momento le marcó a Sofía para decirle que estaba muy mal, a tal grado que estaba considerando quitarse la vida. Afortunadamente esto no pasó a mayores y solo quedó como un susto, pero tras un mes platicando por fin llegó la hora de ponerse de acuerdo para conocerse en persona, y ahí se encendieron las alarmas de esta chica.
Al final, detrás de su ligue estaba una chica
La protagonista de esta historia logró encontrar la casa del hombre que estaba conociendo por Tinder y le marcó para decirle que le tenía una sorpresa. Sin embargo, en un plot twist que nadie veía venir, recibió una llamada donde una mujer le dejó muy claro que detrás del sujeto con el que charlaba casi diario estaba ella… así como lo leen. Utilizaba un efecto para distorsionar su voz cuando hablaban por teléfono para que ella no sospechara.
“Quedé fría. Me dice entre lágrimas que su nombre es Mariana, que nunca quiso lastimarme, que todo lo que decía era real y que me amaba. Yo tenía demasiadas dudas, mucho por decir, y necesitaba verla a la cara para comprobar que todo era real. Estaba en shock”, declaró Sofía Abraham. Por último pero no menos importante, esta chica le recomendó a sus seguidores que chequen muy bien con quién platican y que siempre sigan su instinto.
Sopitas