Sudáfrica volvió a vivir una tragedia luego de que un ataque armado en un albergue de trabajadores en Pretoria dejara once personas sin vida, entre ellas un niño pequeño. Las autoridades confirmaron que el país continúa enfrentando altos niveles de violencia impulsados por grupos criminales y problemas de seguridad que siguen sin resolverse.
La policía informó que el ataque ocurrió en el municipio de Saulsville a primera hora de la madrugada, cuando tres hombres ingresaron al lugar y comenzaron a disparar contra un grupo que se encontraba reunido en el área. Diez personas murieron en el sitio y otra más perdió la vida en el hospital.
De acuerdo con la portavoz policial Athlenda Mathe, fueron 25 las personas alcanzadas por los disparos y 14 de ellas continúan hospitalizadas. La funcionaria reconoció que el aviso a la policía llegó tarde y calificó el hecho como un suceso lamentable.
Entre las víctimas también se encuentran un niño de 12 años y una joven de 16. Hasta ahora no se sabe por qué ocurrió el tiroteo y tampoco hay personas detenidas, lo que mantiene la preocupación entre los habitantes de la zona.
Las autoridades recordaron que este tipo de hechos no son aislados. En el país, entre los meses de abril y septiembre, se ha registrado un promedio de 63 homicidios diarios, reflejo de un grave problema de criminalidad y de la presencia de organizaciones que han fortalecido la violencia en la región.
