En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU convocada tras el ataque de Irán a Israel, el secretario general, António Guterres, clamó por la “máxima moderación” y exigió evitar cualquier acción que pueda llevar a grandes enfrentamientos militares en Oriente Medio.
Guterres enfatizó que Oriente Medio está al borde de un conflicto devastador y subrayó la importancia de la desescalada y la distensión en la región. Advirtió que ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras, haciendo un llamado urgente a la calma y la prudencia.
El secretario general también condenó el ataque de Irán contra Israel, denunciando una “grave escalada” y reafirmando el principio de inviolabilidad de las representaciones diplomáticas, en referencia al ataque al consulado iraní en Damasco atribuido a Israel.
El ataque de Irán a Israel, llamado “Promesa honesta”, fue una respuesta al ataque que destruyó el consulado iraní en Damasco y costó la vida a siete miembros de la Guardia Revolucionaria. Esta escalada de tensiones entre Irán e Israel ha aumentado las preocupaciones por un conflicto directo entre los dos países, que hasta ahora se enfrentaban a través de terceros.
En medio de estas tensiones, Guterres también instó a un alto el fuego inmediato en Gaza y la liberación de los rehenes tomados por Hamás durante el conflicto en el territorio palestino. Además, el embajador de Israel ante la ONU solicitó al Consejo de Seguridad que condene inequívocamente a Irán por esta violación y actúe para designar como organización terrorista a la Guardia Revolucionaria de Irán.
La comunidad internacional está atenta a la situación en Oriente Medio, y se espera que el Consejo de Seguridad tome medidas concretas para abordar esta escalada de tensiones y evitar un conflicto mayor en la región.
