El comercio ilícito de animales salvajes podría ser un caldo de cultivo para enfermedades zoonóticas, advierte la ONU en un informe difundido hoy. Este documento destaca que el aumento en el tráfico de fauna silvestre eleva las posibilidades de que patógenos salten de animales a humanos, con graves consecuencias para la salud pública mundial.
El Informe Mundial sobre Crímenes contra la Vida Silvestre, emitido por la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, resalta esta inquietud como una de las ramificaciones negativas del comercio ilegal de fauna y flora. La facilidad para viajar y comerciar ha contribuido al incremento de esta actividad delictiva, lo que aumenta el riesgo de que enfermedades zoonóticas, como la Covid-19, se transmitan a los humanos.
Aunque aún no hay conclusiones definitivas sobre el origen de la pandemia de Covid-19, se ha sugerido que los mercados de animales salvajes en China podrían haber desempeñado un papel en su aparición. A pesar de esto, la evidencia sobre el vínculo entre el comercio de fauna silvestre y enfermedades emergentes es limitada, aunque existen preocupaciones sobre el potencial de este comercio para desencadenar futuras crisis sanitarias.
El informe destaca que el comercio ilegal evade las medidas de control fronterizo, aumentando su peligrosidad en comparación con el comercio legal. Además, se han encontrado ejemplares asociados con enfermedades prioritarias para la Organización Mundial de la Salud en incautaciones de tráfico ilegal de animales salvajes, lo que subraya la gravedad del problema.
Este análisis revela la necesidad urgente de abordar el comercio ilegal de fauna para prevenir la propagación de enfermedades y proteger la salud pública global.