Por: Bruno Laine
En tiempos donde la transparencia debería ser la norma, San Luis Potosí enfrenta un obstáculo en su búsqueda de claridad. La Secretaría de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obras Públicas (Seduvop), bajo la dirección de Isabel Leticia Vargas Tinajero, ha sido objeto de críticas y señalamientos por su manejo opaco y contradictorio de la información.
Durante la reciente comparecencia de la titular de la Seduvop frente al Congreso del Estado, la diputada Cecilia Ochoa Limón cuestionó la falta de transparencia en las licitaciones desde 2021. Los datos duros revelan que, efectivamente, desde septiembre de 2021, no se han transparentado las licitaciones públicas en la Plataforma Estatal de Transparencia, lo que plantea serias interrogantes sobre el manejo de los recursos públicos en proyectos de desarrollo urbano y vivienda.
La secretaria respondió que la información se genera cuando las obras son terminadas, lo que plantea la pregunta de por qué esta información no se ha generado durante los últimos dos años. Además, alegó que la Comisión Estatal de Garantía de Acceso a la Información Pública (CEGAIP) tiene criterios y normas que dificultan la publicación de esta información, sin embargo, no proporcionó detalles concretos sobre estos criterios, dejando más dudas que respuestas.
Pero las contradicciones no terminan ahí. Hace unas semanas, Vargas Tinajero había afirmado que se reservaron datos sobre obras del Parque Tangamanga I y de la Feria Nacional Potosina (Fenapo) debido a solicitudes de empresarios preocupados por la seguridad. Sin embargo, en su reciente comparecencia, la secretaria mencionó que las reservas se deben a auditorías internas en curso. Estas contradicciones arrojan dudas sobre la integridad de las decisiones tomadas en la Seduvop.
Este juego de respuestas evasivas y contradicciones solo aumenta la preocupación entre los ciudadanos. ¿Por qué no se ha priorizado la transparencia desde el principio? Los potosinos merecen respuestas claras y coherentes sobre cómo se están utilizando los recursos públicos en las obras de desarrollo urbano y vivienda.
Es vital que las autoridades reconozcan la importancia de ser transparentes en su gestión. No es suficiente con excusas y evasivas. Los datos duros demuestran que más de mil millones de pesos, de los 2 mil millones ejercidos en 2023, están sujetos a auditorías internas, lo que plantea la interrogante sobre por qué no se ha permitido el acceso a la información de la mitad de las obras realizadas.
Los potosinos no piden milagros, solo claridad y honestidad. ¿Es realmente demasiado pedir? Mientras esperamos respuestas, debemos recordar que la opacidad tiene un precio, y ese precio lo pagamos todos.
La transparencia no es una opción, es un deber. Y es momento de que la Seduvop, bajo la gestión de Vargas Tinajero, lo reconozca.
