Zhi Dong Zhang, un presunto operador del crimen organizado internacional, logró fugarse de su arresto domiciliario en una zona exclusiva de la Ciudad de México.
El ciudadano de origen chino, señalado por su colaboración con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Sinaloa, escapó el pasado viernes 11 de julio de una residencia ubicada en la colonia Lomas de Santa Fe, alcaldía Cuajimalpa, donde estaba bajo custodia de la Guardia Nacional.
Zhang fue detenido el 31 de octubre de 2024 durante un operativo federal coordinado por la Marina, la Sedena, la Secretaría de Seguridad y la Fiscalía General de la República. Desde entonces, estaba en proceso de extradición a Estados Unidos, acusado de facilitar el tráfico de drogas sintéticas y lavar millones de dólares para organizaciones criminales.
¿Quién es Zhi Dong Zhang?
Zhang es considerado una pieza clave en las operaciones logísticas del narcotráfico. Las autoridades lo acusan de establecer rutas para el traslado de precursores químicos desde Asia hasta América, utilizados en la producción de fentanilo y metanfetaminas. Según investigaciones estadounidenses, está vinculado al tráfico de más de una tonelada de cocaína, casi dos toneladas de fentanilo y cientos de kilos de metanfetaminas, además de manejar redes de lavado de dinero por más de 150 millones de dólares al año.
Investigarán custodia y posible complicidad
La fuga se dio sin que se reportaran actos violentos, lo que encendió las alertas dentro del sistema de seguridad nacional. La FGR ya inició una investigación interna para revisar posibles errores u omisiones en los protocolos de vigilancia. Hasta el momento, no se ha informado si hay elementos sancionados o detenidos por este hecho.
La Fiscalía emitió una ficha de búsqueda y solicitó el apoyo de la Marina para ubicar al prófugo. También se activaron alertas migratorias y mecanismos de rastreo digital para intentar dar con su paradero.
Un caso que pone en duda la seguridad
La evasión de Zhi Dong Zhang ocurre en un momento crítico para México, en medio de la presión internacional por frenar el tráfico de fentanilo. La detención del operador había sido considerada un golpe estratégico para cortar el financiamiento y flujo de droga hacia Estados Unidos.
Ahora, las autoridades revisan si el esquema de arresto domiciliario fue la medida adecuada para alguien considerado de alto perfil criminal. También se investiga si hubo negligencia o incluso complicidad en su custodia.
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de reforzar los controles en torno a los personajes ligados al narcotráfico internacional y plantea serias dudas sobre la efectividad del sistema de justicia frente al crimen organizado.