Las bancadas del PAN, PRI y MC han decidido votar en contra de la reforma constitucional que busca transferir la Guardia Nacional a las Fuerzas Armadas, a la que consideran una forma de militarización de la seguridad pública. Sin embargo, sus 42 votos no serán suficientes para detener la iniciativa.
A pesar de que el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, mencionó que algunos senadores del PAN y del PRI podrían votar a favor, los miembros de las bancadas opositoras reafirmaron su postura de oposición durante el fin de semana. Desde la dirigencia nacional del PRI, se ha expresado que esta reforma no responde a las necesidades del país en materia de violencia e inseguridad. Según ellos, no hay voluntad política del oficialismo para abordar estos problemas de manera efectiva.
El análisis del PRI destaca que el uso excesivo de las Fuerzas Armadas para tareas de seguridad pública es preocupante, ya que se está confundiendo la seguridad pública con la seguridad nacional. “Los cuerpos de seguridad deben ser de carácter civil”, subrayaron, criticando que esta reforma no representa un nuevo modelo de política pública integral.
Por su parte, Marko Cortés, presidente nacional del PAN, advirtió que la militarización no es una solución viable para la inseguridad en México. “Esta medida puede parecer rápida y efectiva, pero solo genera más violencia y desconfianza hacia las instituciones”, afirmó. Además, resaltó que la situación actual es alarmante, con más de 200 mil asesinatos en el gobierno saliente, lo que pone en evidencia el fracaso del régimen en garantizar la seguridad de la población.
Cortés también instó a los legisladores a no usar la “aplanadora legislativa” en este tema delicado y a buscar una nueva estrategia de seguridad pública. En la misma línea, Clemente Castañeda, coordinador de los senadores de Movimiento Ciudadano, expresó que se opondrán con firmeza a la reforma, ya que consideran que solo profundiza la militarización del país.