La decisión del dirigente opositor, preso desde 2014, será imitada por los “104 huelguistas” a los que invocó, y llamó a concentrarse en las elecciones del 6 de diciembre.
El dirigente radical Leopoldo López, preso desde 2014, levantó hoy su huelga de hambre de 30 días, a la vez que la oposición venezolana se concentra en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre en las que aspira a obtener una importante victoria.
“A ustedes, hermanos y hermanas, les pido con el corazón en la mano que asumamos con humildad los logros obtenidos en esta protesta y que juntos, todos, levantemos la huelga de hambre”, dijo López en un mensaje leído por su esposa Lilian Tintori en Caracas.
“Levantemos la huelga, pero la lucha continúa”, remarcó López en una misiva escrita “de su puño y letra” y dirigida “a los 104 huelguistas” que le acompañaron en su protesta. Desde el 24 de mayo, López, líder del ala radical de la oposición, mantenía una huelga de hambre como mecanismo de presión para que se fijara la fecha de las elecciones, entre otros puntos.
Decenas de activistas se sumaron en los días recientes a la huelga de López, un economista formado en Harvard y encarcelado desde hace 16 meses en una prisión militar acusado de incitar a la violencia en protestas antigubernamentales entre febrero y mayo de 2014. “El cambio ya tiene fecha”, agregó López, aunque advirtió que queda “camino por recorrer”.
Tintori, acompañada por dirigentes de Voluntad Popular y 14 huelguistas con tapabocas, recordó que los reclamos opositores siguen siendo “la liberación de todos los presos políticos”, la posibilidad de que en las elecciones haya observadores internacionales de la OEA y la Unión Europea y “el cese de la persecución y la censura”.
Durante la huelga de hambre, ex presidentes de Colombia, Bolivia y España y otras figuras políticas internacionales acudieron a Caracas con la intención de visitar a López en la cárcel, pero no recibieron la autorización para hacerlo.
Con su anuncio de que los comicios se celebrarán el próximo 6 de diciembre, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, puso fin el lunes a los reclamos de la oposición y políticos extranjeros, que aseguraban que el retraso en la publicación del cronograma electoral era parte de una artimaña oficialista.
Incluso llegaron a insinuar que no se celebrarían elecciones para renovar la Asamblea Nacional, a pesar de que no hay un plazo legal mínimo estipulado para la convocatoria.
Las elecciones legislativas son vistas por muchos como la prueba más difícil a la que se enfrentará Nicolás Maduro, heredero del fallecido Hugo Chávez, en sus dos años de gobierno. Su gobierno enfrenta una abrupta caída de ingresos petroleros y una disparada inflación y escasez de productos básicos, lo que genera gran descontento popular.
“El hecho de que se haya dado una fecha electoral le dio a Leopoldo una salida muy digna a la huelga de hambre. Ahora la oposición, aunque está más fragmentada que antes y con dos liderazgos, López y Capriles, debería concentrase unida en el objetivo electoral”, opinó a la AFP la consultora política de Datastrategia, Carmen Beatriz Fernández.
Las protestas opositoras de 2014 dejaron en evidencia la fragmentación de la oposición. López, junto a la ex diputada María Corina Machado y el alcalde metropolitano de Caracas Antonio Ledezma, impulsó la estrategia de “La Salida”, que apuntaba a exigir la salida del poder del gobierno de Maduro bajo la presión de manifestaciones callejeras.
Esa táctica generó reticencias entre dirigentes considerados moderados de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), entre ellos su líder y ex candidato presidencial Henrique Capriles, quien advirtió que las condiciones no estaban dadas para “para presionar la salida del gobierno” y aboga por una ruta únicamente electoral.
“El enemigo externo es tan poderoso que eso va a obligar a la unidad”, aseguró Fernández, al advertir que la campaña electoral “será muy desbalanceada”, pues el “oficialismo hará como siempre gala del uso de los recursos públicos”.
Según una encuesta de la firma Datanálisis divulgada en abril, el oficialismo -cuyas primarias serán el próximo domingo- perdería por primera vez desde 1999 la mayoría parlamentaria, porque sólo alcanzaría 25% de los votos, frente al 45.8% de la oposición. Según el mismo estudio, la aprobación de Maduro se ubicaba en 28.2%.
En el proceso se elegirá a 165 diputados. Actualmente, la Asamblea está compuesta por 99 diputados pertenecientes a organizaciones asociadas al chavismo, principalmente el Partido Socialista Unido de Venezuela. Los otros 66 son opositores.
Fuente: Milenio.