
Adrián Esper Cárdenas, alcalde de Valles y su hermano Alfonso sacaron 14 millones de pesos de dos cuentas bancarias de Banorte y Mifel para pagarse un par de terrenos, El 21 y Villa Brisa, que vendieron a Socorro Herrera Orta en 2011 y de cuya operación no hay certidumbre ni contrato de compra-venta legal, además de que la compra nunca fue avalada por el Congreso del Estado.
El alcalde Adrián Esper, quien ha dejado de asistir al municipio que gobierna para concentrarse en su proyecto para ser candidato de Morena para la Gubernatura, sacó dinero de las cuentas del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FORTAMUNDF) de las cuentas de Banorte 1008622799 y de otra de Mifel 1600481254 que se debe utilizar para educación, salud y combate a la pobreza, por dos terrenos que vendieron en 10 millones de pesos a Socorro Herrera Orta y que ellos se pagaron en 14 millones este año, por intereses moratorios que ellos mismos determinaron sin haber pasado por un juicio y que se repartieron en 4.5 millones de pesos para Adrián Esper y 9.5 millones para Alfonso, su hermano, en una operación hecha en julio de 2020.
Es decir, como si se tratara de deudas de juego, los Esper nunca demandaron el pago del adeudo que no cumplió Socorro Herrera, judicialmente, sino que ahora el Alcalde se pagó la deuda calculando por su cuenta los intereses que les deberían por el atraso.
Sin embargo, la Auditoría Superior del Estado pidió que se explicara la utilización del recurso Federal para pagar la supuesta deuda y el Municipio de Ciudad Valles, a través del secretario del Ayuntamiento, René Oyarvide Ibarra y la tesorera, Patricia González Alvarado no pudieron demostrar que había ocurrido un negocio de compra-venta en 2011, porque no existe ni siquiera mapa de demarcación del par de terrenos que los hermanos habrían vendido a Herrera Orta, aparte de que los predios estaban en problemas porque desde hace 20 años están invadidos por paracaidistas de varias organizaciones sociales.
En pocas palabras, los terrenos ni siquiera son propiedad de los hermanos Esper Cárdenas, sino que estaban en trámite de pasar a ser propiedad de su finado padre, Alfonso Esper Bujaídar, quien los adquirió (sin terminar la transacción) de Adrián Esper Bujaídar y eso imposibilitaba que se pudiera vender de parte de Adrián Esper a Socorro Herrera los terrenos descritos y no obstante los cobraron ahora, aunque el alcalde y su consanguíneo hayan manifestado que su señor padre se los donó en vida.
La ASE no recibió ninguna solventación de parte del Municipio, luego de despojar del erario los 14 millones para ir a parar a cuentas privadas de los Esper, por eso la fiscalizadora encontró que el alcalde y su hermano causaron daño y perjuicio a la Hacienda Pública por los 14 millones de pesos, más los rendimientos que se generen desde su disposición hasta el reintegro a la cuenta del FORTAMUNDF.
No son de ellos, los cobraron al Municipio y andan corriendo a los que viven ahí
Una de las lideresas del fraccionamiento El 21 que llegó a ese lugar hace cinco años, junto al luchador social y maestro Miguel Ángel Guzmán Michel y que pidió que no se revelara su identidad, dijo que esos terrenos tienen gente ocupando lotes desde el año 2000, es decir, tanto Socorro Herrera como Adrián Esper pasaron por encima de toda ética, ya que negociaron con dinero público un par de terrenos que tienen problemas de propiedad por los mismos invasores que están en ellos.
Y por si fuera poco todo el serial de retruécanos que tiene este asunto, los Esper fraccionaron y vendieron a sus propios empleados las porciones de terreno, en lotes y los supuestos «dueños», entre los que se encuentran Roberto Carlos Espinoza, Oficial Mayor del Ayuntamiento han ido a reclamar esos lugares como propios, sin papeles en mano e incluso amenazan con desalojar a los habitantes de ese lugar que tienen más de dos décadas a un lustro viviendo ahí.
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