Fonatur reconoció en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del tramo 5 del Tren Maya —con obras suspendidas por amparo— la tala de 485 hectáreas de vegetación selvática, afectación a especies en algún grado de riesgo de extinción como el jaguar, el ocelote o el mono araña y modificación de filtración de agua en las cuevas y cenotes característicos de la región, revelaron este día organizaciones ambientalistas
Greenpeace y el Centro para la Biodiversidad Biológica dijeron que el Fondo omite o “falsea” información sobre las cuevas karsticas, cambio del trazo dentro de la selva, la región marina prioritaria Tulum-Xpuha, entre otros datos, por lo que, dijeron, la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) no debe autorizar este permiso ambiental solicitado y que actualmente está en fase de consulta de información en ejidos como el Jacinto Pat en Tulum. De lo contrario, adelantaron, la impugnarán al día siguiente.
Un ejemplo claro es el destino de especies en peligro. En 67 kilómetros del tramo 5 sur, dijeron, se planea la colocación de tres pasos aéreos para primates y solo dos para mamíferos como jaguares y ocelotes. En otros 15 kilómetros no se estima poner pasos de fauna con el argumento de ser zona urbana.
Alejandro Olivera, representante del Centro para la Biodiversidad Biológica, planteó que en los dos años del estudio no se realizó “un rastreo y muestreo exhaustivo” con el método de acumulación de especies en la región ni con suficientes cámaras trampa por lo que, sin la información de patrones de distribución y monitoreo, no se puede determinar el número de pasos de fauna necesarios destinados para evitar atropellamientos, no interrupción de corredores biológicos.
La especialista en cambio climático de Greenpeace, Viridiana Lázaro, expuso que Fonatur presentó datos “falsos” y “no válidos” en la MIA.
“No menciona grandes sistemas de cuevas karsticas en Tulum, como la región de Dos Ojos ni soluciones constructivas para pasar por esas cuevas”, dijo.
Lázaro también cuestionó que para la consulta indígena, Fonatur no menciona 60 comunidades originarias de Solidaridad ni otras 30 de Tulum.
“Se salta la opinión de 90 comunidades indígenas”, aseguró.
Aleira Lara, de Greenpeace, reiteró que la Semarnat no debe autorizar a Fonatur la MIA presentada para el tramo 5 del Tren Maya y, por el contrario, debe solicitar a la Profepa la clausura de las obras porque propician que especies de fauna y flora sean declaradas en algún riesgo de extinción en la NOM-059 y omite información sobre cuevas y cenotes.
Fonatur estima tener una respuesta de la autoridad ambiental a finales de junio tras las consultas públicas informativas.
Esta semana reiteró en el ejido Jacinto Pat que el tramo de Playa del Carmen a Tulum es viable ambientalmente y llevará a cabo programas de conservación de suelos, aire y agua, así como reubicación de flora y fauna.
Sin Embargo