El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se reunió el jueves con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski para discutir la situación de la guerra y las necesidades de las tropas, un día después de que Rusia acusó a los aliados occidentales de Ucrania de ayudar a planificar y perpetrar el ataque de la semana pasada contra el cuartel general de la Flota del Mar Negro en la península de Crimea, la cual se anexó Rusia.
Zelenski dijo que Stoltenberg aceptó pedir a los integrantes de la OTAN que proporcionen más sistemas de defensa antiaérea para proteger las centrales eléctricas y la infraestructura energética, que sufrieron graves daños durante los ataques rusos del invierno boreal pasado.
El mandatario ucraniano también recordó al secretario general los persistentes ataques con drones, misiles y artillería que a menudo impactan zonas residenciales, y a los que el jueves se les atribuyó la muerte de al menos tres civiles en el último día.
“Frente a los ataques tan intensos contra los ucranianos, contra nuestras ciudades, nuestros puertos, que son cruciales para la seguridad alimentaria mundial, necesitamos ejercer una presión igualmente intensa sobre Rusia y fortalecer nuestra defensa aérea”, manifestó Zelenski.
Stoltenberg dijo que la OTAN tiene contratos por 2 mil 400 millones de euros en municiones para Ucrania, incluidos municiones para obuses de 155 mm, misiles antitanque y municiones para tanques.
“Cuanto más fuerte se vuelva Ucrania, más cerca estaremos de poner fin a la agresión de Rusia”, afirmó Stoltenberg. “Rusia podría deponer las armas y poner fin a su guerra hoy. Ucrania no tiene esa opción. La rendición de Ucrania no traería la paz. Traería la brutal ocupación rusa. La paz a cualquier precio no sería paz en absoluto”.
Ucrania ha presionado para entrar en la OTAN, y Stoltenberg reiteró el jueves que el futuro de Ucrania está en la alianza militar transatlántica y que apoyará a Kiev el tiempo que sea necesario.
El Kremlin considera que el posible ingreso de Ucrania en la OTAN representa una amenaza existencial, y Rusia ha dicho que impedir que Ucrania se una a la alianza es una de las razones de su invasión.
El miércoles, la vocera del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, dijo que el ataque contra el cuartel general de la Flota del Mar Negro en Crimea había sido coordinado con ayuda de agencias de seguridad estadounidenses y británicas, y que los satélites y aviones exploradores de la OTAN también cumplieron un papel.
Ucrania afirmó, sin proporcionar pruebas, que el ataque había matado a 34 oficiales y herido a otros 105. También afirmó que había matado al comandante de la flota, el almirante Viktor Sokolov, a quien la televisión estatal rusa mostró el miércoles hablando con periodistas en la ciudad de Sebastopol, en el Mar Negro.
Según reportes noticiosos no confirmados, en el ataque contra la instalación naval rusa se utilizaron misiles Storm Shadow proporcionados a Ucrania por Gran Bretaña y Francia. El Ministerio de Defensa británico, que en el pasado se ha negado a hablar de asuntos de inteligencia, no hizo comentarios sobre las declaraciones de Zajárova.
La reunión con Stoltenberg se produjo el mismo día en que el ministro de Defensa francés se reunió con Zelenski para discutir cómo seguir suministrando armas a Ucrania. El miércoles, el secretario de Defensa de Gran Bretaña ratificó el apoyo del gobierno británico y se comprometió a suministrar más municiones a medida que la contraofensiva ucraniana avanza hacia la temporada en la que el clima húmedo y frío podría ralentizar el progreso.
El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, llevó una delegación que incluía a unos 20 representantes de contratistas de defensa franceses que fabrican drones, robots, artillería, munición y emplean inteligencia artificial y cibertecnología.
Tras haber donado a Ucrania sistemas de defensa antiaérea, artillería, vehículos blindados y otro armamento y apoyo, Francia está ansiosa por sus propias defensas y no desea agotarlas.
Pero el gobierno francés está explorando otras vías para ayudar a Ucrania a mantener su esfuerzo bélico. Lecornu dijo que transferiría menos armas a Ucrania, pero que haría adquisiciones directas, a veces con subvenciones francesas, para el ejército ucraniano.
El ministro de Defensa francés, Sébastien Lecornu, llevó una delegación que incluía a unos 20 representantes de contratistas de defensa franceses que fabrican drones, robots, artillería, munición y emplean inteligencia artificial y cibertecnología.
Tras haber donado a Ucrania sistemas de defensa antiaérea, artillería, vehículos blindados y otro armamento y apoyo, Francia está ansiosa por sus propias defensas y no desea agotarlas.
Pero el gobierno francés está explorando otras vías para ayudar a Ucrania a mantener su esfuerzo bélico. Lecornu dijo que transferiría menos armas a Ucrania, pero que haría adquisiciones directas, a veces con subvenciones francesas, para el ejército ucraniano.
El Financiero