Taxi chocó contra montón escombro dejado sobre la zona de rodamiento.
Una vez más, montículos de tierra, zanjas para meter desagüe y mala señalética, dejados por personal que realiza las obras de Periférico Norte, aunado a la oscuridad y al guiar a velocidad inmoderada, fueron las causas de que un taxista resultara lesionado al impactar contra un bordo de tierra y piedras dejadas sobre la carpeta asfáltica.
El accidente se registró la noche del miércoles, cuando se desplazaba el chofer Víctor, en su taxi 0375, sobre Anillo Periférico Norte sobre los carriles que van de carretera Matehuala a la carretera Zacatecas.
En el kilómetro 32, frente al mercado de las verduras, no se percató que había señalética sobre la carpeta asfáltica y que se perdía por la oscuridad y la falta de alumbrado.
Ya era tarde cuando vio que pegado a la guarnición divisora de carriles había un montón de tierra y piedras, así como una zanja abierta de un medio metro que atravesaba la carpeta asfáltica.
A pesar de que aplicó los frenos el automóvil Tsuru no logró detenerse a tiempo e impactó de frente contra el montón de tierra y piedras, para quedar sobre los mismos y dentro de la unidad los ocupantes golpeados.
Paramédicos de Centro Regulador de Urgencias Médicas brindaron la atención al conductor que sufrió lesiones en el rostro y pecho, pero no ameritó fuera llevado a un nosocomio, ya que lo haría el posteriormente, mientras que al parecer el pasajero optó por retirarse a su destino a pie, ya que solamente sufrió un golpe leve.
Algunos automovilistas, que bajaron la velocidad al ir circulando al ver el abanderamiento de las patrullas, manifestaron que “hasta cuándo van a poner mayor atención en las obras que se hacen, ya que ha habido varios accidentes, recordando que hace poco un motociclista había fallecido al chocar igual con un montón de tierra que no se veía”.
Otros agregaron que incluso en días pasados, por las lluvias no se veía nada, ya que el alumbrado en algunos tramos es insuficiente y hasta nulo, además de que los señalamientos están a pocos metros de las obras que hacen, por lo que quienes tienen que circular de manera diaria ya conocen del peligro, pero hay otros que no y se aventuran a correr a gran velocidad.
Fuente: Pulso
