Rodeados por más de 16 mil activistas de la diversidad sexual y los tumultos de cientos de personas que han esperado por horas en filas que rodean el Palacio de Bellas Artes para contemplar el acervo “Da Vinci/Bounarroti”, en la explanada del recinto continúa la protestas “43 por 43”, con la que normalistas y familiares de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa exigen la aparición de los estudiantes de Ayotzinapa, así como verdad y justicia a más de nueve meses de que se les vio por última vez cuando fueron subidos a patrullas de la policía municipal de Iguala, Guerrero.
Mientras las primeras horas de este maratón político cultural fueron ilustradas por los grupos culturales de danza y música de la propia normal rural “Raul Isidro Burgos” de Ayotzinapa, este sábado, se impulsaron talleres de lectura, improvisaciones teatrales y un largo concierto de grupos de rock urbano independientes, convocados por colectivos juveniles principalmente del IPN y de la UNAM.
Ya le hemos dicho a las autoridades que si quiere nuestra vida a cambio de la de los jóvenes que la vamos a dar, pero que regrese a nuestros jóvenes, insistieron los familiares que también celebraron el trabajo de los expertos del sistema interamericano sobre el expediente Iguala; “están recabando más pistas y más información pero no la pueden dar a conocer porque se entorpecería la investigación,” dijeron los familiares de los jóvenes desaparecidos.
Rodeados sobre todo de las nuevas generaciones, los familiares recuerdan que sus desaparecidos “son alegres, les gustaban las fiestas. Esperamos que, donde quiera que estén, puedan salir de esa represión que tienen y que regresen con bien,” destacó una tía de los muchachos, sentimos que están vivos.”
Pero estas horas, pese al frío y a la lluvia, “hemos tenido el apoyo de mucha gente que en realidad tiene corazón o tal vez piensan que algún día les podría suceder a ellos y por eso nos siguen apoyando porque sienten el mismo dolor que uno esta sintiendo. Nosotros arriesgamos nuestra vida para que aparezcan nuestros hijos.”
Sin embargo, fue el rector de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Hugo Aboites quien desde la llamada “carpa de la paz” agradeció a los padres porque, “su dolor,” nos ayuda “a constituir un país distinto, nos ha abierto un cause de conciencia que hasta este momento no existía.”
“Lo que ha ocurrido en Ayotzinapa, es un crimen, pero tambien es un momento de rebelión que debe sacudir lo mas profundo de nuestras conciencias y corazones,” insistió Aboites.
El también experto en temas educativos apuntó que “el hecho de que seamos la décimo cuarta potencia económica mundial, y que no podamos abrir las escuelas para todos los niños y jóvenes es una mancha, y que además, cuando aquellos jóvenes que deciden ir a estudiar, son perseguidos y desparecidos, en ese momento, todas las universidades, todas las conciencias, debemos estar atentos, de participar, de comprometernos con lo que esta sucediendo,” concluyó.
Fuente:MVS
