Miles de migrantes han sido rescatados en las últimas semanas en las costas del sureste asiático, pero no son los únicos en el mar, lo que genera una crisis que involucra a Myanmar, Malasia, Indonesia y Tailandia.
Este viernes, Myanmar, también conocido como Birmania, llevó a cabo su primer rescate de un barco de migrantes. Según las autoridades de ese país, más de 200 personas estaban a bordo de la embarcación, que fue remolcada antes del amanecer cerca de la ciudad de Mungdaw, punto de partida de numerosos barcos abarrotados de migrantes que huyen de ese país.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que hasta 7,000 indocumentados se encuentran todavía a la deriva en la bahía de Bengala y el mar de Andamán, algunos hacinados en los barcos por más de 40 días, en un viaje hacia Indonesia, Malasia o Tailandia.
La ONU, que ha descrito y condenado esta situación, no ha revelado el número de personas que pudieran haber muerto durante estas travesías.
¿Quiénes son los migrantes?
La mayoría de los migrantes pertenecen a los rohingya, una etnia minoritaria musulmana que se ubica en Bangladesh y Myanmar. Sin embargo, en sus países son considerados extranjeros y sufren de persecución por su religión, por lo que han sido obligados a huir.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), son una de las minorías musulmanas más perseguidas del mundo.
Además, hay migrantes económicos que huyen de la miseria. Este éxodo se produce desde hace años en el sureste asiático, pero adquirió un cariz catastrófico desde que a principios de mayo los traficantes de personas vieran entorpecida su labor por la nueva política represiva de Tailandia contra los traficantes.
Después de que Tailandia decidiera actuar contra las organizaciones de tráfico de seres humanos, los traficantes de personas buscaron nuevas rutas. Así, embarcaciones cargadas de migrantes empezaron a llegar a las aguas situadas frente a las costas malasias e indonesias, tras semanas de navegación en condiciones lamentables.
Según los testimonios de los supervivientes, las condiciones a bordo de los barcos son “muy preocupantes”, debido a la violencia y a la falta de víveres. La Acnur tiene datos que indican que a bordo “hay falta de comida, deshidratación y violencia”, dijo la vocera de la agencia, Vivian Tan.
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¿Qué han hecho los países involucrados?
Estados Unidos presionó al presidente de Myanmar a tomar acciones sobre la asistencia humanitaria para los migrantes ilegales. Este viernes, el subsecretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, pidió a Myanmar que le conceda la “ciudadanía” a los rohingya.
Blinken dijo que el hecho de que los rohingyas estuvieran “dispuestos a arriesgar sus vidas” en el mar era un “reflejo de las condiciones en el estado de Rakhine que les conducen a elegir esa opción”.
Myanmar empezó este viernes a proporcionar ayuda para buscar y rescatar a los migrantes que están varados en sus aguas territoriales y les dará asistencia humanitaria.
Casi 3,000 migrantes han llegado a Tailandia, Indonesia o Malasia en los últimos días, pero hasta ahora las autoridades habían alejado de sus costas a varias embarcaciones, provocando duras críticas de las Naciones Unidas y de organizaciones no gubernamentales.
El miércoles, Indonesia y Malasia acordaron aceptar miles de migrantes temporalmente siempre y cuando la comunidad internacional ayude a reubicarlos dentro de un año. Malasia, además, inició este jueves las operaciones de búsqueda y rescate de embarcaciones con migrantes.
Tailandia aún no ha anunciado qué papel jugará, aunque en un comunicado conjunto, las tres naciones dijeron que tenían todas las medidas adoptadas -más allá de sus obligaciones internacionales- para hacer frente a la “afluencia actual de los migrantes irregulares”. También instaron a otros países para ayudarlos.
Australia descartó asumir cualquier tipo de papel.
“No, no, no,” dijo el primer ministro, Tony Abbott, cuando se le preguntó si su país aceptaría a los solicitantes de asilo. “No vamos a hacer nada que anime a la gente a subir en los barcos. Si hacemos la más mínima cosa para animar a la gente, este problema va a empeorar, no mejorará”.
El destino de jóvenes migrantes
Sin noticias de sus hijos desde que salieron al mar, los padres de una joven generación de musulmanes rohingyas dispuesta a todo para huir de Myanmar viven angustiados en un campo de desplazados.
Las personas que están en el campo de desplazados de Ohn Daw Gyi, recibieron informaciones fragmentarias sobre sus hijos o nietos, y ahora viven con temor por lo que les podría haber ocurrido.
“Oímos hablar de los barcos varados. Se dijo que la tripulación tiró gente al mar, que murió. Incluso los que eran niños. Cuando oí esto, pensé que mis dos nietos podrían haber muerto”, dijo Tun Hla Shwe, sin noticias de su hija de 19 años, que zarpó con sus dos hijos hace más de dos meses.
Una madre, llamada Janankhatu, contó que la última vez que oyó hablar de su hijo Abu Hashin, de 17 años, fue cuando una mujer le dijo que le había dado comida en un barco en aguas tailandeses dos meses atrás. “Aunque quisiera llamarme, no tengo teléfono”, precisó.
Fuente: CNN México
