Varios países del Caribe han rechazado la propuesta del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de enviar a migrantes irregulares a sus territorios, después de que se filtrara un plan que incluiría a naciones como Bahamas, Panamá, Granada y las Islas Turcas y Caicos. Esta medida busca redirigir a los migrantes que no pueden ser deportados a sus países de origen debido a la negativa de estos a aceptarlos.
Según fuentes cercanas al equipo de transición de Trump, la lista de países que recibirían a los migrantes incluye a estos destinos, lo que podría dejar a miles de personas en territorios donde no tienen lazos familiares, culturales ni lingüísticos. Aunque se desconoce si los migrantes serían autorizados a vivir y trabajar legalmente en esos países, la noticia ha generado fuertes reacciones.
En el caso de Bahamas, el gobierno del primer ministro Philip Davis rechazó de inmediato la propuesta, destacando que no ha habido más contacto con el equipo de Trump desde entonces. Panamá también rechazó la sugerencia, argumentando que no se ha recibido ninguna comunicación oficial sobre la propuesta y que, conforme al Derecho Internacional, no tienen obligación de aceptar deportados de otras nacionalidades.
Por su parte, las Islas Turcas y Caicos también manifestaron su negativa, al subrayar que cada nación tiene el derecho soberano de decidir quién puede residir en su territorio.
Este rechazo de países caribeños se suma a las críticas dentro de Estados Unidos sobre las políticas migratorias de Trump. En California, el gobernador Gavin Newsom criticó los aranceles impuestos por el presidente electo a productos provenientes de México, calificándolos como un impuesto a los estadounidenses y un incremento de costos para los consumidores.
Este escenario recuerda a los esfuerzos previos de Trump durante su primer mandato, cuando firmó acuerdos con países como Guatemala para enviar migrantes en busca de asilo a esos territorios, una práctica que fue suspendida en 2020 debido a la pandemia de COVID-19.
