El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció la implementación de un toque de queda nocturno en las dos zonas más conflictivas del país para enfrentar el problema de las pandillas, que según las autoridades están detrás de un gran número de homicidios y narcotráfico.
Durante su conferencia de prensa semanal, Mulino, quien asumió el cargo el 1 de julio para el periodo 2024-2029, informó que el toque de queda se aplicará en Colón, en la costa caribeña, y en el distrito de San Miguelito, en el área metropolitana. La medida será efectiva desde las 9 de la noche hasta las 5 o 6 de la mañana.
El presidente ha solicitado al gobernador de Colón, Julio Hernández, y a la alcaldesa de San Miguelito, Irma Hernández, que pongan en marcha esta medida de inmediato. Mulino explicó que el objetivo es “limpiar” estas áreas de las pandillas y mejorar la seguridad.
Datos del Ministerio Público revelan que en 2023, el 19% de los 556 homicidios registrados ocurrieron en Colón y el 18% en San Miguelito, situándolas como las dos zonas más violentas después de Panamá, que acumuló el 38% de los homicidios. Las autoridades atribuyen el 70% de estos crímenes al crimen organizado, especialmente a las pandillas que manejan el narcotráfico.
Mulino subrayó que el narcotráfico ha alterado significativamente la estructura delictiva en Panamá, y recordó que, aunque el problema no es nuevo, ha aumentado en magnitud. En Panamá operan alrededor de 150 pandillas, que, a diferencia de las maras centroamericanas, tienen una estructura y apariencia distintas.