Papa Francisco perfila sucesión

Sin ceder un ápice en su visión sobre la universalidad de la Iglesia y con la mirada puesta en el relevo en lo más alto de la sede de San Pedro, el papa Francisco celebra este 30 de septiembre un nuevo Consistorio para la creación de 21 nuevos cardenales.

Será la novena reunión solmene de los cardenales convocada y presidida por el Pontífice argentino, la primera tuvo lugar el 22 de febrero de 2014.

Estudiosos consultados por EL UNIVERSAL afirman que los nombramientos de los nuevos integrantes del Colegio Cardenalicio son consistentes con los realizados por el Santo Padre en ediciones anteriores, al hacer énfasis en las iglesias de la periferia y llevar como cualidad intrínseca el elemento sorpresa entre los seleccionados.

Entre la lista del selecto grupo de religiosos que tendrá la encomienda del elegir al jerarca católico en caso de fallecimiento o renuncia se encuentra Sebastian Francis, obispo de Penang, Malasia; Stephen Ameyu Martin Mulla, arzobispo de Yuba, Sudán del Sur; Stephen Brislin, arzobispo de Ciudad del Cabo, Sudáfrica; y Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, Colombia. “Los nuevos cardenales proceden de todo el mundo, pero muchos son del sur global, con lo cual Francisco intenta reflejar en su administración el equilibrio real en la Iglesia católica romana”, afirma Frank Bosman, catedrático de la Facultad de Teología Católica de la Universidad de Tilburgo, Holanda.

“El nuevo Consistorio es consistente al ser idiosincrático en la elección de a quién sí y no elige”, dice Jan De Volder, profesor en la Facultad de Teología y Ciencias Religiosas de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica.

Además, añade, es típico en el sentido de la periferia geográfica, por ejemplo, se nombra al obispo de Ajaccio, Córcega, Francia, Francois-Xavier Bustillo, y deja de lado al de París.

“El nuevo Consistorio es consistente con lo que ha venido haciendo, son [nombramientos] personales y hay sorpresas. Por ejemplo, es extraño que el arzobispo de una arquidiócesis tan grande como la de Milán todavía no sea nombrado cardenal. Uno preguntaría, ¿por qué? Lo mismo va para Venecia y París”.

Es igualmente ilustrativo el nombramiento del obispo auxiliar de Lisboa, Américo Manuel Alves, lo que significa que ahora hay dos cardenales en la capital de Portugal. “¿Por qué? ¿Será que uno se retirará pronto?”, pregunta De Volder.

Con estos nombramientos el Papa “pone cada una de las realidades en el centro de la iglesia, que es el Colegio Cardenalicio. Además de elecciones de la periferia reconoce realidades, como ha sido el nombramiento del Patriarca Latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa”.

“Pienso realmente que son decisiones que toma el propio Papa, no vienen de sus asesores, los elige él mismo”, detalla el catedrático.

Massimo Faggioli, profesor de Teología Histórica de la Universidad Villanova, dice que este Consistorio es importante por número de cardenales, los nombres, los perfiles, porque la edad del papa Francisco avanza y cada vez es más cerca el nombramiento del próximo Pontífice.

Además, por ser el preludio de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que se realizará del 4 al 29 de octubre en Roma, en la que se discutirán cuestiones relevantes de la agenda de Francisco, como hacer que la Iglesia sea menos clerical y monárquica y más colegial y sinodal.

Los investigadores consideran que los nombramientos anunciados al final del Ángelus del domingo 9 de julio fueron realizados teniendo en mente el relevo.

“Con estos nombramientos casi tres cuartas partes de los cardenales que elegirán al próximo pontífice han sido electos por el papa Francisco, así que es muy probable que de todos ellos emerja su sucesor. Aunque no sabremos qué tipo de Papa será, aun cuando sea uno de los que eligió”. Para Fa-ggioli el elemento más importante de los nombramientos realizados por Francisco durante la última década es que muy pocos vienen de Europa, Norteamérica y las urbes más ricas, y más bien de Sudamérica, África, Asia y de naciones y ciudades pequeñas.

“Así que este es un colegio de cardenales que se asimila más a él desde una perspectiva geográfica”.

Los vaticanistas coinciden en que no es inusual que Francisco esté organizando su sucesión, todos lo hacen a través de consistorios, aunque Bosman prevé que el papa Francisco no permanezca en el cargo hasta su muerte, sino que adelantará su retiro, al igual que su predecesor el alemán Benedicto XVI.

“A través de este sistema, el Papa saliente quiere asegurarse de que será sucedido por otro más o menos de la misma persuasión en términos de eclesiología”, explica el director académico de la maestría Cristianismo y Sociedad.

“Por supuesto que esto se interpreta como una preparación para su sucesión. Con Juan Pablo II y Benedicto XVI tuvimos dos papas no italianos. Con Francisco tenemos un Papa no europeo. Quizá la Iglesia anhele ahora un Papa de color”, dice Bosman.

Aunque los integrantes del Consistorio de este año proceden de distintas latitudes, tienen rasgos en común.

Bosman sostiene que los cardenales pueden calificarse pastoralmente como progresistas y pertenecientes al sur global.

“Francisco espera que estos cardenales continúen su esfuerzo permanente por un nuevo aggiornamento [modernización]; al igual que Juan XXIII quiso poner al mundo ‘al día’ con el Concilio Vaticano II”.

Para De Volder, el perfil teológico pastoral no es unísono, si bien no ve abiertos conservadores, sí identifica prelados de centro.

“En el Colegio Cardenalicio, al paso de los años, [el Papa] le ha venido dando menos peso a Italia, Europa y Estados Unidos, y más a las iglesias pequeñas. El hecho de que el arzobispo de Mongolia sea cardenal y el más joven de todos significa que realmente está colocando la periferia en el centro de la iglesia”, indica el miembro de la Unidad de Investigación sobre Teología e Historia de la Iglesia.

No todas las diócesis ven con buenos ojos la elección de los nuevos colaboradores del Pontífice, en algunas plazas incomodan y generan cierta irritación.

“Hay personas dentro y fuera del Vaticano que se oponen al aggiornamento de Francisco, pero se mantienen al margen, a la espera de una oportunidad para cambiar el rumbo de la Iglesia. Esta podría presentarse en un Cónclave en el que se llegara a elegir a un hombre más conservador para el cargo”, indica Bosman.

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De Volder afirma que el hecho de que nadie levante la voz en este momento no significa que no haya cuestionamientos. “Sus nombramientos generan controversia no sólo en el Vaticano, sino en la Iglesia a nivel global. Por ejemplo, habrá quien se pregunte: ¿Por qué yo no [fui elegido]?, ¿Por qué está dejando fuera ciudades importantes del catolicismo? Supongo que hay quien esté decepcionado y cuestione los nombramientos”. Prevé que los impactos de este Consistorio no sean inmediatos, sino probablemente se vean reflejados en el futuro.

En su reflexión, Faggioli considera que los nombramientos inconforman a todo el que no simpatiza con el Pontífice. Esa fracción los considera nombramientos políticos, una forma de ejercer el poder para reflejar su imagen en el Colegio Cardenalicio.

“No es que se opongan a este o aquel cardenal, más bien la controversia viene de aquellos que están en contra de todo lo que diga o haga”, asegura.

El Universal

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