El Parlamento de Hungría aprobó recientemente una ley que prohíbe la realización de eventos de orgullo gay y establece que las autoridades podrán usar software de reconocimiento facial para identificar a los asistentes. La medida, que ha generado gran controversia, continúa con las restricciones hacia la comunidad LGBTTIQ+ en el país.
La ley fue aprobada con una amplia mayoría de 136 votos a favor y 27 en contra. El partido Fidesz, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, y sus aliados de la coalición, los Demócratas Cristianos, impulsaron la ley en un proceso rápido, tras ser presentada solo un día antes. Esta legislación modifica la Ley de Asamblea para penalizar la celebración o asistencia a eventos que infrinjan la normativa de “protección infantil” de Hungría, que prohíbe la promoción de la homosexualidad ante menores de 18 años.
La nueva normativa establece sanciones de hasta 200 mil forints (aproximadamente 546 dólares) por participar en estos eventos, y esos fondos se destinarán a programas de “protección infantil”. Además, autoriza a las autoridades a emplear tecnología de reconocimiento facial para identificar a los asistentes.
Durante la votación, los legisladores de la oposición protestaron encendiendo bombas de humo, llenando la cámara de coloridas nubes de humo. Los organizadores de la marcha del orgullo afirmaron que esta ley busca convertir a la comunidad LGBTTIQ+ en un chivo expiatorio para silenciar las voces críticas al gobierno de Orbán, calificando la medida como una forma de fascismo.
Esta ley se suma a otras acciones tomadas por el gobierno de Orbán contra las personas LGBTTIQ+, que han sido fuertemente criticadas por organizaciones de derechos humanos. En 2022, la Unión Europea presentó un caso ante el Tribunal de Justicia de la UE, argumentando que la ley de protección infantil de Hungría discrimina a las personas por su orientación sexual y identidad de género.
El gobierno húngaro defiende sus políticas como una protección de los valores familiares tradicionales y de la civilización cristiana, y sostiene que están destinadas a proteger a los niños de lo que denomina “propaganda sexual”. Además, la ley prohíbe la mención de temas LGBTTIQ+ en materiales educativos y prohíbe la representación de géneros distintos al sexo asignado al nacer.
Este nuevo capítulo en la política húngara también afecta a los eventos de orgullo, como el famoso desfile en Budapest, programado para el 28 de junio de este año, y otros en ciudades como Pécs, que también han sido populares en los últimos años.