Al momento de apostar en cualquier tipo de juego, es común que se apueste dinero si es que se gana la partida. Sin embargo esta situación puede detonar en peligrosos enfrentamientos que culminan en tragedias. Así ocurrió en Sinop, un municipio brasileño del estado de Mato Grosso. Un par de sujetos mataron a siete personas que se encontraban disfrutando de su tarde en uno de sus bares locales. Esto por haber perdido en dos ocasiones en el billar. Los informes policiales confirmaron que se habían apostado 4 mil reales —que son 14 mil 238.40 pesos mexicanos—. Enojados por el resultado, usaron una escopeta y asesinaron a sangre fría a todos los que se encontraban en el establecimiento, aunque no fueran parte del juego.
“No hay duda sobre la motivación del crimen”, aseguró la policía
El jefe de la Policía Civil, Braulio Junqueira —responsable de la investigación— escuchó a los testigos sobrevivientes y dijo que no había dudas sobre la motivación del crimen y la dinámica de las muertes. Según comentó, una de las víctimas llamada Getúlio Rodrigues Frasão Junior, de 36 años, fue a almorzar al bar con su esposa, Raquel Frasão, su hija, Larissa Frasão, y su amigo, Luiz Carlos, el pasado martes —21 de febrero— por la mañana. Durante su estadía, los delincuentes llegaron al lugar y desafiaron al ahora fallecido a jugar.
En total, la policía confirmó que había nueve clientes además de los delincuentes en el establecimiento local. Luego de varias rondas, Getúlio Rodrigues Frasão Junior le ganó al par de sujetos. Como apostaron, perdieron alrededor de 4 mil reales, al menos eso es lo que pudo confirmar la policía local. Luego de un rato, los hombres identificados como Ezequias Sousa Ribeiro y Edgar de Oliveira regresaron por la tarde para tratar de recuperar el dinero perdido. Sin embargo y después de solo dos rondas de juego, el segundo implicado tiró el bate sobre la mesa y le hizo una señal a su cómplice. Aquí comenzó la masacre.
Sacó una escopeta del auto y los replegaron
En el video podemos observar como Edgar de Oliveira —que vestía una playera de color azul— saca una pistola y comienza a amedrentar a Getúlio Rodrigues Frasão Junior y sus acompañantes. Luego de esto, Ezequias Ribeiro se dirige a su camioneta y saca una escopeta con la que sin pensarlo le dispara a los presentes. En orden, primero ejecutó al dueño del bar, luego al hombre que había ganado todas las rondas y finalmente a los demás comensales. Según la Policía Militar, cuatro personas fueron asesinadas dentro del lugar y dos afuera.
Medios internacionales lograron identificar el nombre y la edad de las víctimas, las cuales fueron:
- Larissa Frasao de Almeida de solo 12 años.
- Orisberto Pereira Sousa de 38 años.
- Adriano Balbinote de 46 años.
- Getúlio Rodrigues Frasão Junior de 36 años.
- Josue Ramos Tenorio de 48 años.
- Maciel Bruno de Andrade Costa de 35 años.
- Elizeu Santos da Silva de 47 años, que fue declarado muerto más tarde.
El medio local O Tempo publicó el video completo en sus redes sociales, que al momento lleva casi 800 retweets, más de mil 600 me gusta y casi 100 mil reproducciones.
Policía mata a uno de los responsables
Al día siguiente del incidente —miércoles 22 de febrero—, uno de los hombres fue abatido por la policía durante un enfrentamiento dentro de una zona boscosa que se encuentra ubicada en el aeropuerto de la ciudad. Las autoridades lograron capturar a Ezequias Souza Ribeiro de 27 años, sin embargo y debido a que se usó la fuerza contra él, las heridas que recibió lo terminaron por matar a pesar de que fue trasladado al hospital más cercano. Por su parte, el segundo sospechoso, Edgar de Oliveira, sigue prófugo.
De acuerdo con la policía, el altercado con las autoridades tuvo lugar la tarde del miércoles luego de que lograran incautar la escopeta utilizada en la masacre, más la camioneta que utilizaban los sospechosos en un terreno del barrio Vila Verde, en las afueras de la ciudad. Un equipo del Batallón de Operaciones Especiales de Mato Grosso (BOPE-MT) junto con el apoyo de un avión de la aerolínea, realizó allanamientos para la detención de los sospechosos. La policía civil y militar actuaron juntas para poder dar con el paradero de ambos sujetos. Aunque no lograron capturar al segundo hombre, se sabe que está registrado en el Ejército como Coleccionista, Tirador Deportivo y Cazador (CAC).
El Heraldo de México