La presidenta de Perú, Dina Boluarte, aseguró que México otorgó asilo a la esposa e hijos de su predecesor, el destituido Pedro Castillo, aunque no detalló si ya habrían dejado el país. “Hace unos días me comunicó la canciller (Ana Cecilia Gervasi) que el estado mexicano ya (les) había dado el asilo político y yo lo que le dije es que proceda conforme a ley“, dijo la gobernante al programa de TV Panorama.
La nueva gobernante dijo no tener detalles y habló en general de un asilo concedido para la exprimera dama y los hijos. No precisó si ellos ya habrían salido del Perú. Es importante detallar que la familia del exmandatario está conformada por su esposa, dos hijos de ambos y la hermana menor de su esposa, criada también como hija.
Durante la entrevista, Boluarte explicó que Lilia Paredes, la esposa de Pedro Castillo, es investigada en la Fiscalía de Perú como posible coordinadora de una presunta organización criminal que supuestamente lideraba su esposo, sin embargo, la presidenta aclaró que dicha indagatoria no impediría el otorgamiento de asilo.
Al respecto, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo en su conferencia matutina de este lunes 19 de diciembre que sobre el supuesto asilo de México a la familia de Pedro Castillo, que la decisión de si sus seres queridos o no reciben este apoyo depende únicamente de él.
“Se hizo una solicitud, se lleva a cabo un proceso, se tiene que preguntar si está de acuerdo. Si lo desea tenemos las puertas de México para el presidente de Perú, para su familia y para todos los que se sientan acosados o perseguidos, porque esa es nuestra tradición de política exterior”, afirmó el mandatario.
Las protestas tras la salida de Pedro Castillo
En el Perú, violentas manifestaciones estallaron luego de que Castillo, un maestro rural de izquierda y de origen humilde, fuera destituido por el parlamento. La represión de las manifestaciones dejó por el momento 20 muertos, según cifras de la Defensoría del Pueblo; algunas de las muertes han ocurrido tras la intervención de militares con armas de fuego, en el marco de un estado de emergencia nacional.
El 7 de diciembre, antes de ser sometido a un nuevo juicio político, Castillo intentó cerrar el Parlamento, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto. Justificó su decisión en una obstrucción desde el Congreso para gobernar, además de ser tratado con racismo; minutos después fue detenido cuando intentaba llegar a la Embajada de México para asilarse.
El propio gobierno de Andrés Manuel López Obrador reconoció en aquel momento que si Castillo pedía asilo, se lo hubieran otorgado. Además del presidente de México, sus colegas de Bolivia, Argentina y Colombia han respaldado al expresidente peruano.
Después, la justicia decidió colocarlo en prisión preventiva hasta junio de 2024, para ser investigado por rebelión. Actualmente, el exmandatario se encuentra recluido en el Establecimiento Penitenciario Barbadillo, la misma prisión donde se encuentra el dictador Alberto Fujimori.
Las manifestaciones, que incluyeron bloqueo de vías e intentos de tomar algunos aeropuertos, exigían la liberación del expresidente, la renuncia de Boluarte, el cierre del Parlamento y el adelanto de las elecciones generales. Estas protestas también llevan al menos 646 heridos, entre civiles y policías; sin embargo, con el paso de los días han menguado y el Parlamento se prepara para votar esta semana el adelanto de las elecciones de 2026 para 2023.
El Heraldo de México