El gobierno de Dina Boluarte en Perú ha generado controversia al clasificar a las personas transgénero como enfermas mentales, con el propósito de proporcionarles atención psicológica gratuita. Este decreto, emitido hace una semana, ha desencadenado críticas y preocupaciones dentro y fuera del país.
La decisión gubernamental se presentó justo una semana antes del 17 de mayo, fecha que marca 34 años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales en su Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE).
El decreto supremo número 009-2024-SA actualiza el Plan Esencial de Aseguramiento en Salud (PEAS), incluyendo el financiamiento estatal para la atención de trastornos mentales y del comportamiento, basado en la décima versión de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades (CIE-10).
El Ministerio de Salud de Perú ha incluido el “transexualismo, el transvestismo de rol dual, el trastorno de la identidad de género en la niñez, otros trastornos de la identidad de género, el transvestismo fetichista y la orientación sexual egodistónica” como problemas de salud mental.
Esta acción ha provocado una respuesta inmediata por parte de diversos colectivos y organizaciones de derechos humanos. Más Igualdad Perú ha liderado una petición, respaldada por 414 profesionales de la salud mental y 176 organizaciones, instando al Ministro de Salud, César Vázquez, a revertir esta decisión.
A través de redes sociales, el colectivo ha expresado su preocupación y ha solicitado una respuesta del gobierno frente a esta medida. La inclusión de las identidades transgénero en la categoría de enfermedades mentales ha generado un debate sobre los derechos y la inclusión de las personas LGBTQ+ en Perú.
El impacto de esta clasificación continúa siendo objeto de escrutinio y se espera que las autoridades den una respuesta ante las preocupaciones planteadas por los colectivos y profesionales de la salud mental en el país.
