Ayer se cumplió el quinto día de la huelga de hambre que mantienen ocho madres y familiares de víctimas de desaparición afuera de las oficinas centrales de la Procuraduría General de la República (PGR). Ahí, frente a la dependencia, los manifestantes informaron que el subprocurador de Derechos Humanos, Ricardo García Cervantes, ingresó a su campamento para expresarles “que la PGR no puede hacer nada para gestionar la reunión que demandamos con el presidente Enrique Peña Nieto, y que le correspondería más bien a Gobernación o Los Pinos atendernos, o sea que se deslinda”.
Nancy Rosete, madre de Elvis Axell Torres Rosete –joven desaparecido en 2010, en el Estado de México–, detalló que García Cervantes “vino alrededor de las tres de la tarde, según él, a saludarnos, que a ver cómo estábamos, y a decirnos que no valía la pena lo que estábamos haciendo, lo repitió varias veces, ‘no vale la pena’, y eso nos provocó molestia a todos, y le preguntamos a él ¿cómo no va a valer la pena estar aquí, por nuestros hijos?”
Durante este acercamiento, narró Nancy Rosete, el subprocurador de Derechos Humanos de la PGR “nos dijo que la reunión que demandamos con el presidente Enrique Peña Nieto –con la asistencia del procurador General de la República, Jesús Murillo, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y el comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón–, es un tema que le corresponde atender a la Segob o directamente a Presidencia, y que él sólo puede ofrecernos una entrevista con Murillo Karam, pero en su oficina, porque su jefe no iba a bajar aquí”.
Además, abundó, “nos cuestionó por qué no llevábamos las reuniones para la atención de nuestros casos como antes, pero precisamente estamos aquí, en huelga de hambre, porque las reuniones que sostuvimos con anterioridad no han servido de nada, entonces, le reiteramos que no nos vamos a quitar de aquí hasta que estén los cuatro, Murillo, Osorio, Mondragón y Peña Nieto, y nos aclaren por qué no han emprendido la búsqueda exhaustiva de nuestros hijos”.
Por su parte, el activista Gerardo Sánchez, quien asiste a las y los huelguistas –siete mujeres y un hombre–, desde que iniciaron su ayuno el pasado 9 de mayo, añadió que “el subprocurador García Cervantes, único funcionario que se ha acercado, aunque de manera informal, a la protesta, ha subestimado este acto con su negativa de dar esperanza o certeza sobre el encuentro que se solicita, ni tampoco sobre la liberación de fondos para dar curso a las acciones ministeriales que se requieren para la búsqueda de los desaparecidos, entonces, –remató–, tal como dice las cosas, pareciera que no les importa la situación de estas madres”.
Gerardo Sánchez informó que la salud de las ocho personas en huelga de hambre continúa deteriorándose, con signos de alerta particularmente en los casos de Margarita López –mamá de Yahaira Guadalupe Bahena, joven de 19 años desaparecida en 2011 por policías de Oaxaca–, así como de Ana María Maldonado –mamá de Carlos Palomares Maldonado, desaparecido en 2010, en la Ciudad de México–, y de Olga Sánchez –quien reclama justicia para los seis integrantes de su familia, asesinados en Ciudad Juárez, Chihuahua–.
Este martes, la huelga de hambre de madres y familiares de desaparecidos cumple su sexto día.
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