El arquero neozelandés Conor Tracey protagonizó una de las historias más llamativas del Mundial de Clubes 2025. Luego de solicitar vacaciones sin goce de sueldo en su trabajo habitual como operador de montacargas en una farmacéutica, defendió el arco del Auckland City frente al Bayern Múnich, pero su debut terminó con una goleada histórica: 10-0.
Tracey, de 28 años, no es futbolista profesional a tiempo completo. Compagina su carrera deportiva con un empleo de más de 40 horas semanales, y aunque sabía que enfrentarse a uno de los equipos más poderosos del mundo sería un reto, no dudó en hacer sacrificios económicos para vivir esta experiencia única.
“Tendré que arreglármelas con el alquiler, las facturas y todo eso, pero jugar contra el Bayern, el Benfica y Boca vale la pena”, declaró el arquero tras el partido.
A pesar del marcador, Tracey mantiene la frente en alto. Ha disputado 135 partidos en su carrera, con 58 porterías en cero y solo 130 goles recibidos antes de este duelo. Fue pieza clave para que Auckland City se coronara campeón en Oceanía y se ganara su lugar en el torneo internacional.
Full time result. pic.twitter.com/vQsDbPBjP3
— 🇳🇿 Auckland City FC (@AucklandCity_FC) June 15, 2025
La historia de Tracey refleja la pasión y entrega de los jugadores del fútbol semiprofesional, quienes hoy cumplen su sueño de enfrentarse a los mejores del planeta, antes de volver a la rutina en Nueva Zelanda.