Por M. Alejandro Allende Yñigo-Arias.
Agradezco de forma primaria el voto de confianza a Don Miguel Maya y Mario Maya Zulaica por permitirme albergar esta columna itinerante en el poderoso medio digital Antena San Luis. A todos mis informantes y orejas también gracias por engrosar el caldo de cultivo de este ejercicio de suposiciones que en una de esas pueden ser reveladoras.
Versa el viejo adajio popular que “a veces se sale del sartén para saltar al fuego”, pues según mis antenas, el gobernador del Potosí, Ricardo Gallardo, más bien saltó a una cama de hospital para evitar el fuego perverso de la quema de corcholatas.
¿Qué habría podido suceder en el intríngulis de poder en esta antesala sucesoria candente para que un malestar estomacal provocado por una agua de horchi-fresa impidiera al protagónico veintiúnico Gobernador Verde estar en el team-back presidido por el mismísimo mariscal de campo, coach y receptor Don Andrés Manuel en la cafetería Porrúa del centro histórico de la capital del país?
¿No parece inverosímil que un animal político como el Gobernador Gallardo se haya saltado este momento tan sensible en el armado de la madeja de la estrategia político electoral con jugadores y tenedores de territorios como son los ejecutivos estatales por un padecimiento menor (atendido en el cuarto 205 de conocido hospital capitalino) renunciando a un lugar donde no solo se sienta, sino que se opera y opina?
Como un verdadero paladín del juego electoral, Gallardo Cardona ha perdido solo dos elecciones de las más de 10 en las que ha jugado con su grupo político, activo desde 2006, eminentemente creciendo en su enfoque en los números, con un proyecto activo de generación de clientelas votantes y sonantes ya en todo el estado. En sus 3 presencias en la boleta ha ganado con grandes márgenes, la alcaldía Soledense en 2012, la diputación federal en 2018 y la Gubernatura en 2021. Aún para engrosar su porcentaje de efectividad, las dos elecciones que perdieron fueron la primera que jugaron en Soledad en el 2006 y la reelección de su señor padre en 2018 cuando apenas se estaba reincorporando a la operación política y en donde no tomó la mayoría de las decisiones.
Gallardo Cardona encontró en su metamorfósis de perredista a verde un espacio pragmático y de apoyos tácitos sin letras chiquitas o tribus alegonas contestatarias en el partido fundado por el padre de Jorge Emilio González “El Niño Verde” (que ya anda cincuenteando), el PVEM solo ha tenido una linea clara desde su creación, aprovechar el sentido de la oportunidad, capitalizar la fama de figuras públicas existentes, convertir en rock stars de la política a cuadros de su estirpe sin lealtades previas, ni compromisos ideológicos.
En la experiencia previa Coahuilense, la “rebeldía” local delos verdes, “desconectó” la “órden tajante” del C.E.N. Verde para alinearse con Guadiana, el Don Perpetuo de la trama tragicómica de Morena en este estado, su cálculo les resultó y ni con la suma del PT y del Verde pudieron haber dado la vuelta a una elección que tiene hoy un cadencioso final de fratricidio.
¿Será que el Gobernador Gallardo midió su ausencia como una voluntariosa oportunidad para exagerar su recargo estomacal y hacer guiños efectivos a sus “hermanos” verdes en la mesa de vencidas y patadas subterráneas que se está convirtiendo el escenario pre electoral 2023-2024?
¿Qué tendrá que ver eso con la versión de que cada vez más Verdes apoyan a Sheinbaum según su presidente nacional Sesma, o que reciban a Marcelo con gritos de Presidente, Presidente en sus asambleas nacionales, y hagan manita de puerco a Adán Augusto en las mesas del Cardenal, o que puedan buscar una alianza a través del futuro ex canciller (antier anunció que se va a su precampaña desde el lunes) con MC, que parece el futuro de la oposición nacional rumbo al 30?
¿Será que el Verde con su figura más importante, Gallardo vuelve a apostar por una carambola de tres bandas, donde aún perdiendo en la mesa, ganan en las boletas y en la repartición formal de los nuevos espacios federales?
¿Será que la ausencia de Gallardo a la “cena de guindas” estuvo aparejado a la licencia que pidió Manuel Velasco ayer al Senado?
¿Podría suceder que el propio Gallardo esté preparándose para un potencial arribo a la Presidencia Nacional del Verde despachando desde San Luis Potosí?
A pesar de esta lógica para muchos desproporcionada y malediciente, con la estrechéz de miras con la que se conducen hoy las demás dirigencias nacionales, de Morena, PAN, PRI, PRD y MC, el Verde color Tangamanga parece que sabe más que lo que parece…
@MaleAllendYArias