Una pizzería en Düsseldorf, Alemania, ha cerrado sus puertas después de que su dueño fuera arrestado por presuntamente utilizar los pedidos a domicilio para distribuir cocaína. Según informes, cuando los clientes solicitaban la famosa “pizza número 40”, también recibían un pequeño paquete de drogas en la caja.
El propietario del establecimiento, un hombre de 36 años, está bajo prisión preventiva, y recientemente la policía también arrestó a varios individuos que aparentemente estaban involucrados en esta red de tráfico de drogas que ha estado operando durante un tiempo prolongado. La situación ha sido catalogada por las autoridades como “muy compleja”.
El dueño había sido objeto de investigaciones relacionadas con drogas desde marzo, pero fue detenido en agosto cuando las autoridades temieron que pudiera intentar vender su negocio y regresar a Croacia. Durante un registro en su hogar, arrojó una mochila que contenía 1.6 kilogramos de cocaína por la ventana, cayendo directamente en manos de los oficiales.
Además de la droga, la policía confiscó cerca de 270,000 euros en efectivo y 400 gramos de cannabis en posesión del hombre. Este caso está vinculado a una gran operación antidrogas que involucró a 150 agentes en varias ciudades del oeste de Alemania, resultando en tres arrestos y con al menos 13 personas más bajo investigación.
