Richard Matt, uno de los dos asesinos que escaparon de una prisión en Nueva York hace tres semanas, fue muerto a tiros; el otro reo sigue prófugo.
Uno de dos asesinos convictos que se fugaron de una prisión de máxima seguridad en Nueva York y había sido buscado durante tres semanas fue muerto a tiros el viernes, pero el otro sigue prófugo.
Un funcionario al tanto de la persecución dijo que Richard Matt, de 49 años, murió a balazos y David Sweat sigue desaparecido. El funcionario habló con The Associated Press a condición de guardar el anonimato, ya que carece de autorización para declarar sobre el desarrollo del suceso.
El otro evadido, David Sweat, de 35 años, estaría siendo perseguido por las fuerzas del orden.
Más temprano este viernes el jefe de la policía del estado de Nueva York, Charles Guess, había localizado a ambos prófugos cerca de la localidad de Malone, a unos 69 km de la cárcel de Dannemora, de donde se habían fugado en un escape rocambolesco.
“Podrían intentar ir a Canadá”, cuya frontera se encuentra a alrededor de 50 km de Malone, dijo Guess.
El jerarca agregó que la policía había encontrado “objetos” en una cabaña y que se los había sometido a análisis en un laboratorio.
Matt y Sweat se fugaron en la noche del 5 al 6 de junio de la prisión de alta seguridad de Clinton, a 35 km de la frontera canadiense, tras haber horadado con una sierra las paredes de su celda y escapado por los túneles de canalización hasta una boca de desagüe fuera de la prisión.
Ambos fueron añadidos en la lista de los 15 fugitivos más buscados en Estados Unidos.
Dos empleados de la cárcel fueron luego detenidos.
Joyce Mitchell, de 51 años, que oficiaba de guardia en el taller de fabricación de la cárcel, había escondido hojas de sierra y mechas de taladro en la carne cruda de unas hamburguesas que había congelado con esos elementos en interior. Luego pidió a otro vigilante, Gene Palmer, de 57 años, que les llevara la vianda a los dos detenidos, que podían preparar sus comidas.
Palmer está también acusado de haber aceptado pinturas a ambos detenidos, a los cuales les había prestado un destornillador y una pinza en varias oportunidades. Recientemente quemó algunos de esos cuadros e intentó enterrar otros.
Fuente: Milenio.