El fiscal general del estado, Carlos Torres Piña, explicó que este jueves se intentó detener a los nueve policías municipales de Ario de Rosales, señalados por su presunta participación en un feminicidio ocurrido semanas atrás en el camino rural Zirahuén–Salvador Escalante. Sin embargo, los agentes aseguraron que tenían problemas de salud relacionados con Covid, lo que impidió que el operativo avanzara como estaba previsto.
Torres Piña destacó que las órdenes de aprehensión siguen firmes, pues están basadas en pruebas técnicas y científicas reunidas durante la investigación. Afirmó que la detención de los policías es solo cuestión de tiempo y que la Fiscalía mantiene el seguimiento puntual del caso para que el proceso se cumpla.
Mientras tanto, el director de Seguridad Pública de Ario de Rosales, Martín Sánchez Nigenda, negó que los uniformados hayan intentado escapar, como se mencionó en algunos medios. Detalló que se realizó un pase de lista y una revisión rutinaria encabezada por el Ejército Mexicano, donde se verificó la presencia de todos los elementos.
El funcionario municipal también señaló que durante esta revisión no se aseguraron armas ni se efectuaron detenciones, reafirmando que los policías permanecen bajo control interno mientras se resuelve su situación legal.
