La coordinadora Nacional de Protección Civil (CNPC), Laura Velázquez Alzúa, informó que, a partir de la recomendación del Comité Científico Asesor (CCA) para el volcán Popocatépetl, se tomó la decisión de regresar a la fase 2 del semáforo amarillo en la alerta volcánica.
“Con base en el análisis y diagnóstico de la actividad general reciente y los escenarios esperados en el corto plazo, recomienda cambiar el Semáforo de Alerta Volcánica de amarillo fase 3 a amarillo fase 2. Se mantendrá el monitoreo permanente de la actividad y seguimiento de su evolución por parte del Cenapred y del comité”, se indica en un comunicado del CNPC.
Baja actividad del Popocatépetl
De acuerdo con la CNPC, “los resultados de las observaciones de los últimos días muestran que la actividad ha presentado un ligero decremento en algunos de los parámetros, actividad que se manifiesta con algunas emisiones de bajo contenido de ceniza y la expulsión de fragmentos incandescentes en menor volumen, asociados con algunos episodios de tremor de amplitud baja a moderada, así como esporádicas explosiones menores; del mismo modo, la frecuencia e intensidad de las exhalaciones han mostrado ligera disminución al igual que el número de sismos volcanotectónicos registrados”.
Dijo que de acuerdo con el CCA, podría observarse “una actividad caracterizada por la ocurrencia de tremores de alta y/o baja frecuencia y amplitud variable, algunas explosiones de tamaño menor a moderado, y emisiones de ceniza, así como la expulsión de fragmentos incandescentes dentro del radio de exclusión de 12 km.
También podría esperarse la ocurrencia de lahares (flujos de lodo) que bajan por las cañadas, debido a la acumulación de ceniza en las laderas y las lluvias esperadas en las próximas semanas”.
Velázquez Alzúa recordó que desde el pasado 21 de mayo, el gobierno de México, así como las autoridades de los estados de Puebla, Estado de México, Morelos, Tlaxcala y Ciudad de México, iniciaron acciones de preparación ante el incremento en la fase del Semáforo de Alerta Volcánica, por lo que cada uno de los mecanismos de prevención y preparación implementados fueron de utilidad para reducir la vulnerabilidad de la población, incrementando la autoprotección y la previsión de los riesgos volcánicos.
El Universal