Por Mario Candia
28/02/25
ARANCELES La decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, programada para entrar en vigor el 4 de marzo de 2025, representa un desafío multifacético para México. Esta medida, justificada por la administración estadounidense como una respuesta al tráfico de drogas y la inmigración ilegal, tiene implicaciones profundas en los ámbitos político, económico, comercial y social de nuestro país.
LO POLÍTICO La imposición de estos aranceles pone a prueba la relación diplomática entre México y Estados Unidos. La presidenta Claudia Sheinbaum ha mantenido una postura firme pero conciliadora, buscando el diálogo para evitar una escalada en las tensiones comerciales. Sin embargo, la presión ejercida por Estados Unidos podría obligar al gobierno mexicano a reconsiderar sus estrategias de seguridad y migración, así como a fortalecer sus alianzas internacionales para contrarrestar la dependencia económica de su vecino del norte.
LO ECONÓMICO La economía mexicana está intrínsecamente ligada al mercado estadounidense, con sectores clave como el automotriz, agrícola y manufacturero altamente dependientes de las exportaciones a ese país. La implementación de un arancel del 25% encarecerá los productos mexicanos en el mercado estadounidense, reduciendo su competitividad y, por ende, afectando negativamente las exportaciones. Analistas estiman que esta medida podría costar a los consumidores estadounidenses más de 100 mil millones de dólares anuales, lo que también repercutiría en la economía mexicana debido a la disminución de la demanda.
Además, la incertidumbre generada por estos aranceles ha llevado al Banco de México a reducir su pronóstico de crecimiento del PIB para 2025, pasando de 1.2% a 0.6%. Esta revisión refleja la preocupación por un entorno económico adverso, caracterizado por la caída de la inversión privada y el consumo interno.
LO SOCIAL En el ámbito social, la imposición de aranceles podría traducirse en la pérdida de empleos en sectores clave, exacerbando la desigualdad y la pobreza en diversas regiones del país. La disminución de la actividad económica podría afectar el bienestar de miles de familias que dependen directa o indirectamente de las exportaciones a Estados Unidos. Además, el encarecimiento de productos importados podría generar inflación, reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores mexicanos.
Ich 1.- Desde 2019, México ha enfrentado una fuga de capitales que supera los 42 mil millones de dólares, principalmente de inversionistas extranjeros que han retirado sus recursos de bonos gubernamentales. Este fenómeno se ha intensificado en los últimos meses debido a la incertidumbre por el cambio de gobierno, las políticas fiscales poco claras y el entorno de inseguridad. Solo en 2024, se han registrado más de 11 mil millones de dólares en salidas, según datos del Banco de México.
Ich 2.- Las repercusiones de esta fuga incluyen la depreciación del peso, una menor inversión privada y el encarecimiento del crédito. Además, el crecimiento económico proyectado para 2025 podría verse reducido hasta 0.6%, según estimaciones del Banco de México, lo que impactaría directamente el empleo y la calidad de vida de miles de familias mexicanas.
Hasta el lunes.
