POPOL VUH 089

DESTACADOS, OPINIÓN, POPOL VUH

Por Mario Candia

14/03/25

¿CONSTRUYENDO EL FUTURO? El Senado de la República ha elevado a rango constitucional el programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, una iniciativa que, desde su lanzamiento en 2019, ha buscado integrar al mercado laboral a jóvenes de entre 18 y 29 años que no estudian ni trabajan. Según datos oficiales, hasta marzo de 2025, cerca de tres millones de jóvenes han sido beneficiados, con una inversión que supera los 103,000 millones de pesos. 

DENUNCIAS Sin embargo, esta institucionalización del programa ocurre en medio de serias denuncias sobre su eficacia y transparencia. La Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha identificado múltiples irregularidades desde su implementación, incluyendo la existencia de centros de trabajo “fantasma”, pagos a beneficiarios fallecidos y becarios que ya contaban con empleo formal. Estas anomalías han resultado en un daño al erario público que supera los 170 millones de pesos. 

CORRUPCIÓN Además, se han reportado casos de beneficiarios que, simultáneamente, eran funcionarios públicos, lo que representa un conflicto de interés y un posible desvío de recursos. Por ejemplo, se otorgaron becas a 47 “Servidores de la Nación”, causando un daño al erario por 507,600 pesos. 

INVERIFICABLE También han surgido denuncias sobre empresas que inscriben a jóvenes sin ofrecer una capacitación real, aprovechándose del apoyo económico sin cumplir con los objetivos del programa. La organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) ha señalado que el padrón de beneficiarios es “inverosímil, atípico, inverificable y sin transparencia”, lo que sugiere una falta de control y supervisión en la asignación de recursos. 

INEFICIENTE La decisión del Senado de blindar constitucionalmente este programa, sin antes abordar y resolver estas problemáticas, es preocupante. Si bien es crucial apoyar a la juventud y ofrecerle oportunidades laborales, es igualmente esencial garantizar que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente y transparente. La institucionalización de un programa con tantas deficiencias no solo perpetúa la mala gestión, sino que también envía un mensaje equivocado sobre la tolerancia a la corrupción y la ineficacia en la administración pública.

REVISIÓN EXHAUSTIVA Es imperativo que las autoridades correspondientes realicen una revisión exhaustiva del programa, implementen mecanismos de control más estrictos y aseguren que los beneficios lleguen realmente a quienes los necesitan. Solo así se podrá cumplir con el objetivo de brindar a los jóvenes mexicanos las herramientas necesarias para su desarrollo profesional y personal, evitando que una iniciativa noble se convierta en otro ejemplo de políticas públicas que privilegian la corrupción e impunidad.

Hasta el lunes.

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