POPOL VUH 139

DESTACADOS, OPINIÓN, POPOL VUH

Por Mario Candia
28/05/2025

EMPLEO En los templos de los números se gestan silencios escandalosos. Mientras las cifras del INEGI revelan que en México se perdieron más de 120 mil empleos en el primer trimestre de 2025, la orquesta gubernamental toca una melodía de optimismo forzado. San Luis Potosí no escapa a esta partitura disonante: el estado aumentó en más de 4 mil personas su población desocupada respecto al mismo trimestre del año anterior, alcanzando una tasa del 2.3%. Las estadísticas no mienten, pero sí pueden ser ignoradas a conveniencia.

NEGACIÓN La economía nacional crece a un ritmo tan tenue —0.2% en el primer trimestre— que cualquier brisa externa podría derribarla. Y aun así, desde los púlpitos del poder económico se lanzan frases que parecen escritas por algún asesor en negación crónica. El jefe de la Unidad de Planeación Económica de la SHCP, Rodrigo Mariscal Paredes, afirmó sin sonrojarse que los mexicanos tienen suficientes ahorros para enfrentar una recesión. ¿A qué mexicanos se refiere? ¿A los que subsisten en la informalidad, al 54.3% de la población ocupada que vive al día, o a los millones que destinan su quincena entera a cubrir apenas lo indispensable?

INFLACIÓN En paralelo, la inflación se vuelve un monstruo cotidiano: 4.22% anual en la primera quincena de mayo. El pollo, la papaya, el jitomate, y otros básicos de la mesa popular siguen escalando sin control. Para el discurso oficial, se trata de ajustes “temporales”, pero para el ciudadano promedio es un deterioro constante de su poder adquisitivo. El horno ya no está para bollos, y mucho menos para declaraciones cínicas.

ESTANCAMIENTO Mientras tanto, el discurso triunfalista se desvanece ante la realidad. No hay inversión suficiente, la productividad está estancada, y las señales de desaceleración son evidentes. Los bancos ya revisan a la baja sus proyecciones. El “nearshoring” se quedó en PowerPoint y el gobierno federal gasta más en spots que en infraestructura estratégica.

PLACEBOS VERBALES El empleo, ese gran termómetro social, comienza a dar fiebre. Pero en lugar de aplicar un diagnóstico riguroso, las autoridades optan por repartir placebos verbales. ¿Estamos preparados para enfrentar una recesión? ¿Podemos permitirnos perder más empleos cuando millones ya viven en condiciones laborales precarias? ¿Cuánto tiempo más podrá resistir la narrativa oficial sin colapsar bajo el peso de los datos?

BLINDAR EMPLEOS El empleo no solo debe defenderse, debe blindarse. Las pymes necesitan apoyo real, no promesas. Los salarios deben crecer en paralelo a la inflación, no arrastrarse tras ella. Y, sobre todo, necesitamos una política económica que no insulte la inteligencia de la gente con frases que podrían firmar los personajes de una sátira.

NO PASA NADA Porque si algo no puede permitirse este país —ni este estado— es seguir jugando a que no pasa nada. Cuando la economía se enfría, los que primero se congelan no son los discursos, sino los platos vacíos. Y eso, tarde o temprano, también estalla.

Ich. Cuando las lluvias anuncian su llegada con la amenaza de siempre, lo mínimo que se espera de las autoridades es coordinación. Esta vez, el municipio de la capital encontró eco en instancias como la Seduvop y el Ayuntamiento de Soledad, y aunque parezca una obviedad, en un entorno donde la desarticulación institucional es la norma, que las acciones preventivas hayan antecedido a la tormenta ya es, en sí mismo, un hecho destacable. San Luis necesita menos promesas y más resultados como este, sin importar quién se lleve el crédito.

Hasta mañana.

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