POPOL VUH 177 

DESTACADOS, OPINIÓN, POPOL VUH

Por Mario Candia

22/07/25

THE ECONOMIST Tania gana un salario decente como asistente médica en la Ciudad de México, pero aun así necesita de los programas sociales del gobierno para sobrevivir. Su historia, retratada por The Economist en el artículo titulado “Mexico’s handouts do a bit forthe poor and lots for Morena”, publicado el 17 de julio de 2025 y firmado por el corresponsal Axel Sulzbacher, no es una anécdota aislada. Es el espejo de millones de mexicanos que dependen, cada mes, del depósito puntual que emite el gobierno morenista. No es caridad, dicen desde Palacio, es justicia social. Pero justicia que vota, que aplaude, que se somete.

SÚBDITOS AGRADECIDOS La Cuarta Transformación encontró en las transferencias directas su eje de control político. Con ellas ha reducido ciertos indicadores de pobreza, sí, pero también ha desmontado mecanismos institucionales que antes garantizaban transparencia y evaluación. A cambio de dinero constante y sonante, los ciudadanos se convierten en súbditos agradecidos. No hay condicionalidades, no hay metas de desempeño, no hay derechos exigibles. Sólo fidelidad.

CLIENTELISMO El problema no es que el Estado apoye a los más necesitados, sino que esa ayuda se haya convertido en una maquinaria electoral disfrazada de política pública. Las reglas no están escritas en papel, están tatuadas en la lealtad al movimiento. TheEconomist lo describe con precisión: el modelo clientelar de Morena puede parecer generoso, pero es frágil, caro e insostenible. Peor aún: bloquea cualquier intento de modernizar la economía o de construir una ciudadanía crítica y autónoma.

TERRITORIO Mientras otros países vinculan sus programas sociales a la capacitación, al acceso a servicios de salud o a la reinserción laboral, en México basta con estar en la lista. El padrón de beneficiarios se ha vuelto un mapa electoral. No hay evaluación de impacto, no hay auditorías sistemáticas, no hay independencia operativa. Hay, en cambio, una estructura territorial perfectamente aceitada para convertir la miseria en votos.

POPULARIDAD ¿Y qué pasa si un día el dinero ya no alcanza? ¿Si el precio del petróleo se desploma o la recaudación fiscal se debilita? El andamiaje construido por Morena no está diseñado para resistir crisis, sino para mantener popularidad. Es un castillo de cartas sostenido por transferencias, no por capacidades.

PAROXISMO Decía Octavio Paz que en México se confunde la caridad con la justicia. Y Morena ha llevado esa confusión al paroxismo: no busca empoderar al pueblo, sino administrarlo. No quiere ciudadanos críticos, sino beneficiarios fieles. Y mientras tanto, la pobreza estructural sigue allí, intacta, esperando que algún gobierno la combata con algo más que dádivas.

Hasta mañana.

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