POPOL VUH 180

DESTACADOS, OPINIÓN, POPOL VUH

Por Mario Candia

25/07/25

ECONOMÍA En tiempos donde la propaganda gubernamental convierte cada cifra en milagro, urge volver a lo básico. ¿La inflación bajó? ¿El peso está fuerte? ¿México es potencia emergente? Vamos desmontando el espejismo. Esta es una clase exprés de economía crítica para el ciudadano común, ése que no tiene asesores financieros pero sí paga la tortilla a 25 pesos el kilo y el gas a más de mil mensuales.

INFLACIÓN Primero lo primero: la inflación sí ha bajado, pero no como se presume. En junio de 2025, el INEGI reportó una tasa anual de 4.32%, apenas por debajo del 4.42% de mayo. Pero esta desaceleración no es sinónimo de que los precios bajaron; simplemente significa que siguen subiendo, pero a un ritmo menos salvaje. Y no todos los productos se comportan igual: la inflación subyacente, que mide bienes y servicios esenciales, subió a 4.24%, con un aumento mensual de 0.39%. Mientras tanto, los salarios siguen respirando por la herida.

EL PROMEDIO A eso súmese que el costo de vida sigue sin tregua. En los últimos meses, servicios como el transporte, la vivienda y los alimentos han tenido alzas sostenidas. Y mientras el INEGI promedia todo —incluidos productos que nadie compra—, el ciudadano promedio enfrenta un encarecimiento sostenido de lo básico. A esta inflación la entienden mejor los bolsillos que los boletines de prensa.

LA NARRATIVA Y luego está el famoso “superpeso”, que según la narrativa oficial es prueba inequívoca de nuestra fortaleza macroeconómica. Falso. Al 24 de julio de 2025, el dólar ronda los 18.60 pesos, muy lejos de los 16 con los que algunos funcionarios aún sueñan. El peso ha mostrado cierta solidez, sí, pero no por mérito interno, sino gracias a tres factores: la llegada récord de remesas (más de 63 mil millones de dólares), el auge del carry trade (inversionistas extranjeros que colocan su dinero en bonos mexicanos de alto rendimiento), y algunas exportaciones beneficiadas por el fenómeno del nearshoring.

BURBUJA Pero esta fortaleza es artificial y volátil. Basta una sacudida en Wall Street, una amenaza de Trump o una reforma constitucional improvisada para que esos capitales golondrinos se esfumen. La aparente estabilidad cambiaria depende de una burbuja de confianza que no hemos construido, sino rentado.

ESTANCAMIENTO Mientras tanto, la economía mexicana sigue prácticamente estancada. El Banco de México recortó su proyección de crecimiento para 2025 a un miserable 0.1%. La inversión fija bruta no despega, la informalidad laboral supera el 54%, y la deuda pública ya rebasa los 17 billones de pesos, con un costo financiero que consume más de un billón anual en puro pago de intereses. Pero eso sí: la narrativa oficial insiste en que vamos “requetebién”.

MENTIRAS PIADOSAS Se dice que las estadísticas no mienten, pero se puede mentir con estadísticasEspecialmente cuando se usan como cortina de humo para tapar una realidad que el pueblo sí percibe: la carestía, la inseguridad, la incertidumbre económica, y una clase media cada vez más endeudada, estancada y golpeada por la ausencia de crecimiento real.

PRECAUCIÓN Por eso, cuando escuche que “la inflación bajó” o que “el peso está fuerte”, no lo tome como triunfo automático. Pregúntese más bien por qué todo sigue tan caro, por qué su salario ya no alcanza, y por qué México crece menos que sus vecinos latinoamericanos.

Hasta mañana.

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp